SEGÚN LOS PRIMEROS DATOS

Las armas encontradas dentro de una caja en un descampado son de los asesinos de Borja Villacís

Tras acribillar a tiros al hermano de la exvicealcaldesa de Madrid, los tres implicados fueron grabados deshaciéndose de ellas y de una matrícula falsa

Los investigadores no descartan que los dos fugados se llevaran en su huida parte de ese arsenal o que hayan escondido más armas en otro lugar

Los asesinos de Borja Villacís fueron grabados mientras cambiaban las matrículas del coche y escondían las armas.

PI STUDIO

Las armas de fuego halladas entre la maleza de una explanada cercana al crimen son las que llevaban los asesinos cuando este martes acribillaron a tiros a Borja Villacís con "armas de caza" e hirieron a otro hombre al que acompañaba el hermano de la exvicealcaldesa de Madrid Begoña Villacís, según confirman fuentes del caso al canal de investigación y sucesos de este grupo editorial.

A falta del análisis de la Policía Científica y de los resultados de la autopsia de Borja Villacís, algunas de las armas encontradas dentro de una caja y también en el interior de una bolsa, junto a un árbol en un descampado de la carretera que une Fuencarral con Alcobendas, son compatibles con las descritas por los testigos que han prestado declaración. También con las lesiones del cadáver de Villacís, que tiene varios impactos por arma de fuego en la cabeza, la nariz y un brazo semiamputado, y con las heridas del hombre que viajaba con él en el Citröen C3 y que se está recuperando favorablemente en la Fundación Jiménez Díaz.

La mujer detenida por el asesinato del hermano de Begoña Villacís.

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Aunque los investigadores no descartan que los dos fugados se llevaran con ellos en su huida parte de ese arsenal o que hayan podido esconder más armas en otro lugar, extremo que se sigue investigando. De acuerdo con los primeros datos policiales, en el crimen se emplearon, al menos, una escopeta de postas y un rifle.

"He sido secuestrada"

Fueron los empleados de una empresa de la zona los que avisaron a la policía de que una mujer y dos hombres habían detenido un BMW de color gris frente a la sede de su trabajo y estaban cambiando las placas del coche y ocultando entre la vegetación una bolsa. Cuando los agentes llegaron al lugar, la mujer, una española de 52 años con antecedentes relacionados con el tráfico de drogas, había huido a bordo del BMW, y los otros dos hombres implicados en la ejecuación de Villacís, uno de ellos el hijo de esa mujer, se habían marchado, campo a través.

La Policía logró seguir el rastro a la mujer hasta una estación de servicio de Plaza Elíptica, a más de 20 kilómetros, donde fue arrestada. Intentó hacer creer a los agentes que ella era otra víctima de los asesinos de Villacís y aseguró que había sido "secuestrada" por ellos. Los agentes sospechan que intentaba ganar tiempo para que sus compinches lograran avanzar en su huida.

No colabora

Fuentes policiales explican a este medio que la detenida no ha colaborado con los investigadores desde entonces y solo ha aportado datos erróneos para tratar de desviar la atención de los investigadores, que ya tienen identificados a los dos hombres fugados y han blindado Madrid para capturarlos.

Los investigadores creen que Villacís, de 43 años y que estaba siendo investigado en una causa por narcotráfico y blanqueo de capitales que lleva la Audiencia Nacional, fue asesinado tras una reunión entre dos grupos de narcotraficantes que terminó mal.

Los primeros indicios recabados apuntan a que la víctima y al menos otro amigo suyo se citaron en una explanada cercana a un restaurante de El Pardo con un clan procedente de Bargas (Toledo) para tratar un "asunto de negocios", relacionados con el tráfico de sustancias.

Una persecución

Allí se produjo una discusión que terminó con una persecución por carretera entre el BMW en el que viajaban los tres miembros del clan y el Citröen de Villacís y su compañero. Tras una colisión cuyas circunstancias tratan aún de aclarar los investigadores, los ocupantes del BMW acribillaron a tiros a Villacís. Los agentes creen que la víctima desconocía que la detenida y sus acompañantes portaban armas y que, tras el primer disparo, trató de huir a pie para salvar su vida sin éxito.

Ajuste de cuentas

La Policía, que baraja un ajuste de cuentas relaciondo con el tráfico de drogas como principal hipótesis del crimen, sigue buscando a los dos fugados.

La jueza ha declarado el secreto de las actuaciones. El Grupo V de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía de Madrid trabaja con sigilo para evitar que las filtraciones dificulten el que ahora es su principal misión: apresar a todos los resposanbles del asesinato de Borja Villacís.