Imponen quince años de cárcel a la mujer que mató a cuchilladas a un amigo en Alicante

El fallo señala que la víctima no tuvo posibilidad de defenderse al recibir de manera inesperada las puñaladas que acabaron con su vida

La acusada a su llegada a la Audiencia de Alicante el primer día del juicio.

La acusada a su llegada a la Audiencia de Alicante el primer día del juicio. / ALEX DOMINGUEZ

J. A. Martínez

J. A. Martínez

La Audiencia de Alicante ha condenado a quince años de prisión por asesinato a la mujer que mató a puñaladas a un amigo en casa de ésta en agosto de 2020, según la sentencia a la que ha tenido acceso este diario. El fallo se produce una semana después de que un jurado popular declarara culpable de asesinato a Miroslava H. tras el juicio celebrado la semana pasada en la Audiencia de Alicante. La pena impuesta es inferior a los 18 años que reclamaban tanto la Fiscalía como la acusación particular.

El magistrado Javier Martínez Marfil considera que procede la pena mínima, al no haber quedado estimadas ni las agravantes, ni las atenuantes solicitadas por las partes, y que "no se deduce de la acusada ningún elemento adicional de peligrosidad"." La retribución que marca la ley en su grado mínimo constituye respuesta sancionadora suficiente", razona. Por idénticas razones, la sentencia rechaza la medida de libertad vigilada que se pedía para la acusada una vez que saliera de prisión, al valorar que la falta de peligrosidad y la elevada condena "sugieren unas elevadas posibilidades de reinserción, con los propios recursos del tratamiento penitenciario, sin necesidad de medidas adicionales. En esta causa estaba personada como acusación particular la hermana de la víctima a través del abogado Ramón García. La acusada deberá indemnizarla con 40.000 euros.

Los hechos ocurrieron en el domicilio de la acusada en el barrio alicantino de La Florida el 17 de agosto de 2020. El fallo considera probado que entre la acusada y el hombre asesinado se produjo una discusión "por razones que no han podido especificarse", durante la cual ésta le apuñaló en tres ocasiones con un cuchillo de cocina de once centímetros de hoja. Una de ellas, llegó a alcanzarle a un pulmón, causando una hemorragia que provocó la muerte de la víctima. El fallecido era una español de 65 años, que guardaba una relación de amistad con la acusada de más de diez años.

La sentencia incide en que la víctima no tuvo posibilidad alguna de poder defenderse, lo que acreditaría la existencia de alevosía. Para el magistrado, atendiendo los razonamientos del jurado, "no cabe duda de que la víctima fue atacado de manera sorpresiva por la acusada, su situación de indefensión era patente al sorprenderle sin tiempo de reacción para defenderse, sobre todo teniendo en cuenta que el contexto donde se produjo la agresión no invitaba a recelos sobre su propia seguridad (en domicilio habitualmente frecuentado, por tener una relación estrecha cuasifamiliar), asegurándose así la posibilidad de asestarle las puñaladas sin ninguna respuesta por parte de la víctima". En este sentido, el jurado valoró que el fallecido no tenía lesiones de defensa y que los vecinos ni siquiera le oyeron gritar para pedir auxilio.

El magistrado descarta también la existencia de una atenuantes de confesión, como reclamaba la defensa. En este sentido incide en los intentos de la acusada por intentar limpiar la escena del crimen, llegó a tirar prendas ensangrentadas a un contenedor de basura y no informó a Emergencias de lo que realmente había pasado en la casa limitándose a decir que se había encontrado a la víctima desplomada en el baño. Cuando admitió ante la Policía haber sido la autora de las cuchilladas, no fue para colaborar con la Justicia sino que se trató "de una resignación ante el inminente descubrimiento de sus actos".

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