Abren otra causa a la exsubdirectora de la cárcel de Villena por falsear informes

La funcionaria sostiene que se limitó a reflejar por escrito los moratones que observó en un recluso durante un traslado y dice que sufre una persecución

La exsubdirectora de la cárcel, a la izquierda, llegando al juzgado con su abogada a una declaración.

La exsubdirectora de la cárcel, a la izquierda, llegando al juzgado con su abogada a una declaración. / Axel Álvarez

J. A. Martínez

J. A. Martínez

La exsubdirectora de la cárcel de Villena ha tenido que volver a declarar en el juzgado por haber falseado presuntamente informes sobre la agresión a un recluso por funcionarios de la prisión. Un incidente en el penal alicantino en el que un preso violento tuvo que ser reducido por un grupo de funcionarios ha acabado generando varios procesos judiciales, entre ellos uno contra la citada exresponsable de la seguridad del centro penitenciario por inventarse una agresión por parte de compañeros para que tuviera la boca cerrada. Tras su arresto por denuncia falsa fue apartada del cargo.

La funcionaria ha vuelto a tener que declarar en un juzgado de Villena en calidad de investigada tras una denuncia presentada por el sindicato Tu Abandono me Puede Matar (TAMPM) y que ejerce la acusación popular a través del bufete de la abogada Raquel Sánchez Navarro. En esta causa, se investiga si la subdirectora aportó documentación falsa sobre las lesiones que habría sufrido el recluso.

La funcionaria declaró ante el juzgado que se limitó a plasmar por escrito que el interno presentaba moratones en las piernas, a la altura de los gemelos. Ésta había ido a supervisar el traslado del preso desde el módulo de seguridad hasta su celda, finalizada la medida de aislamiento por un altercado con varios funcionarios el 16 de agosto de 2021 y en el que tuvo que ser reducido. Finalizado el traslado, el director de la prisión le preguntó si había habido alguna incidencia y ésta le manifestó que todo había ido con normalidad, aunque le informó sobre los moratones que había visto. Según explicó, el director le indicó que dejara constancia por escrito y por ese motivo elaboró el informe que ahora investiga el jugado. En este sentido, ratificó su contenido y dijo que lo que en él se reflejaba «se ajusta a la verdad», aunque a preguntas de su señoría matizó que ella no es médico, ni hacer informes médicos entra dentro de sus facultades. De todas maneras puntualizó que sabía que, cuando el documento llegara a su destino, se haría un reconocimiento médico. 

La funcionaria señaló que ella no acusó a ningún funcionario por la agresión y desconocía cuándo se produjeron las lesiones que presentaba el recluso: si el 16 de agosto, fecha en la que tuvo que ser reducido; o por el contrario el 25 de agosto, día en el que salió del módulo de seguridad. Hasta ese día, no le había visto. Según su versión, nunca implicó a nadie, ni tenía intención de perjudicar a los funcionarios encargados del traslado. La exsubdirectora de la prisión recalcó que era víctima de una persecución por los trabajadores que la denunciaron y de la asociación TAMPM contra ella, ya que es la tercera denuncia que recibe y una de ellas ya se ha archivado. En el interrogatorio se acogió a su derecho a no contestar a la abogada de la acusación particular.

Paralelamente, en otros juzgados se investiga la presunta agresión de los funcionarios al recluso; así como la supuesta denuncia falsa de la subdirectora en la que sostenía haber sido amenazada por unos encapuchados cuando llegaba a su domicilio para que no difundiera un vídeo en el que presuntamente estaría grabado el incidente del 16 de agosto.

Falsa agresión

Por esta denuncia falsa, han comparecido también en el juzgado los guardias civiles que investigaron las supuestas amenazas a la subdirectora y que de las pesquisas concluyeron que los hechos no eran ciertos. El instructor de las diligencias señaló que la propia investigada llegó a mandarse a sí misma los mensajes amenazantes, porque se hicieron desde un móvil a nombre de la propia investigada. También incidieron en que las cámaras de seguridad del edificio en el que supuestamente se produjo el ataque no reflejaron a personas huyendo, a pesar de que ella manifestaron que sus agresores eran cuatro. En la causa también declaró como testigo, el que fuera director de la cárcel hasta 2022, Feliciano Crelgo, señaló que la subdirectora le contó en su día que fue sujetada por dos o tres hombres, mientras otros le propinaban un par de bofetadas, pero que ella no le supo decir ni quién había sido , ni darle una descripción. La abogada de la acusación particular considera que la causa por el falso ataque ya está completa y ha pedido la apertura de juicio. 

En cuanto a la nueva investigación, la letrada Sánchez Navarro ha presentado un escrito al juzgado recalcando que las fotografías de las supuestas lesiones que acompañaban el informe médico fueron realizadas por la propia investigada, al tiempo que ésta habría causado un perjuicio a los funcionarios ahora denunciantes al haber aportado documentos falsos en la investigación del caso. La abogada recalcó que tras ser conducido a un centro penitenciario de Madrid, el informe médico de los facultativos que lo recibieron «no tiene las lesiones que la subdirectora describe y de las que da cuenta la denunciada».

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