El TSJ confirma la condena de trece años de cárcel al violador de una mujer en Benidorm tras trepar a su casa por el balcón

El Tribunal Superior falla que la Audiencia de Alicante aplicó correctamente la ley del "sí es sí" porque era la más favorable para el reo

El acusado en el banquillo junto a su abogado el día que se celebró el juicio en la Audiencia de Alicante.

El acusado en el banquillo junto a su abogado el día que se celebró el juicio en la Audiencia de Alicante. / Delgado

J. A. Martínez

J. A. Martínez

La Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) ha confirmado la condena de 13 años y tres meses de prisión impuestos en octubre del pasado año por la Audiencia de Alicante a un hombre por violar a una mujer tras acceder a la vivienda de ésta, en Benidorm, trepando por el balcón. Se da la circunstancia de que la víctima estaba inmovilizada y no podía defenderse porque se había roto poco antes la tibia y el peroné como consecuencia de una caída.

El Tribunal Superior desestima así el recurso de apelación interpuesto por infracción de ley por la defensa, al entender que la pena fijada por el delito de agresión sexual en concurso con un delito de allanamiento de morada, 12 años, es totalmente correcta. El acusado había admitido los hechos en el juicio y se había declarado culpable. Sin embargo, la defensa había recurrido la sentencia al considerar excesiva la pena que se había impuesto al acusado.

La Sala precisa que el magistrado que presidió este juicio con jurado en la Audiencia alicantina ya aplicó como más beneficiosa para el acusado la Ley Orgánica 10/2022, conocida como Ley del "solo sí es sí", por lo que “en modo alguno se ha infringido el principio de proporcionalidad”.

Además de esa condena de 12 años, la Audiencia impuso al condenado sendas penas de cinco meses de prisión por tres delitos de allanamiento de morada en grado de tentativa, pues después de la violación, trató de entrar de nuevo en tres ocasiones en la casa de la víctima. El fallo fijaba también una indemnización a la víctima de 25.000 euros por los daños morales. La mujer llegó a sufrir un trastorno de estrés postraumático como consecuencia de estos hechos.

Los hechos se remontan al 12 de noviembre de 2021, cuando el hombre se dirigió a la vivienda de la perjudicada, ubicada en el segundo piso de un bloque de viviendas de Benidorm en cuya planta baja hay un restaurante con un tejado de uralita.

El agresor conocía a la víctima y sabía que estaba lesionada, porque él mismo, junto a otro amigo, la había acompañado a casa un mes y medio antes, al sufrir una caída que le produjo fracturas de tibia y peroné.

Una vez frente al edificio de la víctima, se encaramó al tejado del bar y de ahí escaló por los barrotes de los balcones hasta llegar a la segunda planta y acceder al piso de la mujer a través de la cristalera.

Ya dentro del piso, y tras sorprenderla en la cocina, le tapó la boca y la llevó a rastras hasta una habitación, donde la agredió sexualmente. Tras ello, abandonó la casa por la puerta principal después de advertir a la perjudicada que volvería.

Otros allanamientos

El condenado cumplió esa amenaza hasta en tres ocasiones más, el 27 de noviembre y los días 2 y 28 de diciembre del mismo año, 2021, cuando subió al techo del bar y trepó por la fachada de la finca hasta llegar a los barrotes del balcón de la víctima, aunque no logró entrar en el domicilio por los gritos de la mujer y por la intervención de un amigo de ésta. . El 27 de noviembre el acusado ha reconocido que volvió a subir por la fachada, pero no pudo consumar su propósito porque la mujer le descubrió y comenzó a chillar y a pedir ayuda. Ante los gritos de la víctima optó por darse a la fuga sin poder ser detenido cuando llegó la Policía. El 2 de diciembre realizó un nuevo intento de allanamiento por el mismo procedimiento y cuando estaba abriendo la cristalera del balcón tuvo que huir precipitadamente porque fue descubierto otra vez y además estaba durmiendo en la casa un amigo de la mujer, dada la situación de temor que le angustiaba.

El último intento de asalto ocurrió la madrugada del 28 de diciembre, pero nuevamente huyó al ser descubierto y comenzar a gritar la víctima, que fue auxiliada por un vecino y otro conocido. El sospechoso pudo ser apresado poco después por la Policía Nacional y el juzgado de guardia de Benidorm acordó su ingreso en prisión a principios de enero de 2022.

La sentencia de apelación del TSJCV, que está fechada el pasado 7 de marzo, no es firme y puede ser recurrida en casación ante el Tribunal Supremo.