Neurociencias / Informática

Crean el primer robot organoide con materia cerebral humana

Es un importante avance en el campo de los ordenadores “vivos” y la informática neuromórfica, que intenta imitar el funcionamiento del cerebro humano

Investigadores chinos han creado un robot organoide que integra tejido cerebral humano.

Investigadores chinos han creado un robot organoide que integra tejido cerebral humano. / Crédito: Universidad de Tainjin.

Pablo Javier Piacente

Un sistema de interfaz cerebro-ordenador desarrollado en China combina la materia cerebral humana con un chip para crear un robot híbrido: se trata de un organoide creado en base a células madre en un entorno controlado de laboratorio, que interactúa con electrodos para llevar adelante funciones cerebrales básicas.

Científicos de la Universidad de Tianjin y la Universidad de Ciencia y Tecnología del Sur, en China,  informan el desarrollo de un sistema híbrido en forma de interfaz cerebro-ordenador, que imita la estructura del cerebro humano incorporando tejidos vivos cultivados en base a células madre. El organoide integra materia cerebral con un chip de interfaz neuronal, en un paso más hacia la creación de ordenadores que alcancen el rendimiento y la eficiencia del cerebro humano.

Según los investigadores, el nuevo robot híbrido forma parte de una rama emergente de las interfaces cerebro-ordenador, que tiene como objetivo combinar las señales eléctricas del cerebro con la potencia informática externa. Los ordenadores “vivos” y la informática neuromórfica, entre otras especialidades, intentan replicar el funcionamiento del cerebro humano, un sistema biológico extremadamente eficiente y productivo, en sistemas artificiales o híbridos.

El camino hacia robots híbridos pensantes

De acuerdo a un artículo publicado en Global Times, los investigadores emplearon un cerebro artificial cultivado en un plato, o sea un órgano similar a un cerebro que crece espontáneamente a parir de células madre, y que puede interactuar con información externa a través de la codificación, decodificación y retroalimentación de estímulos, cuando se acopla con chips en base a electrodos.

El organoide es una estructura primaria similar a un cerebro real desarrollado en un entorno de laboratorio controlado, que al interactuar con los chips puede realizar operaciones básicas. Se cree que en un futuro cercano estas estructuras evolucionarán hacia verdaderos robots híbridos pensantes o sistemas informáticos neuromórficos complejos, que al combinarse con otras tecnologías como la Inteligencia Artificial (IA) o la informática cuántica modificarán nuestra realidad de un modo hoy inimaginable.

Amplias aplicaciones a futuro

Por el momento, el nuevo sistema chino es capaz de instruir al robot humaoide para que evite obstáculos o rastree y capture objetos, pero la tecnología cuenta con un gran potencial de crecimiento. Sin embargo, según informa SiliconAngle el proceso tiene diferentes desafíos a superar: la tecnología enfrenta “cuellos de botella” como una baja madurez de desarrollo y escasez de recursos económicos en algunos casos, que derivan en un crecimiento más lento.

Además de las aplicaciones en informática y robótica, la tecnología puede conducir a nuevos tratamientos para encarar trastornos del neurodesarrollo y reparar daños cerebrales. Los científicos chinos explicaron que los trasplantes de organoides cerebrales se consideran una estrategia prometedora para restaurar la función cerebral perdida, al reemplazar neuronas y reconstruir los circuitos neuronales.

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