El centro penitenciario Murcia II, en el que ha ingresado Pedro Hernández fue inaugurado el 24 de marzo de 2011. Es uno de las más modernos del país. Fue construido, tras una inversión de 144 millones de euros, siguiendo los principios de la arquitectura bioclimática sobre 44.000 metros cuadrados. Carece de torre de vigilancia y sus celdas, que disponen de luces led para ahorrar energía, son más amplias que las de las prisiones tipo -13 metros cuadrados para dos reclusos frente a los 10 habituales-.

Fue la primera de una nueva generación de cárceles y el complejo penitenciario lo forman 16 edificios residenciales con 1.008 celdas, una piscina que está cerrada, talleres productivos, salón de actos y un amplio polideportivo cubierto. Su objetivo principal era acercar a 800 reclusos murcianos que cumplían pena dispersos en otras cárceles del país, por falta de capacidad del otro establecimiento penitenciario existente en la Región de Murcia, el de Sangonera.

Está a unos 15 kilómetros de la capital murciana, en la pequeña población de Campos del Río -algo más de dos mil vecinos-. De Torrevieja a Campos del Río, hay un trayecto de algo más de 85 kilómetros que se pueden cubrir, en una hora, sin dejar la autopista, desde San Javier. Fue la prisión que escogió el propio exalcalde para cumplir tres años de cárcel.