MEDIO AMBIENTE

¿Qué hacemos con las cabras?

Callosa de Segura, Cox y Redován se enfrentan al problema de los rebaños asilvestrados de cabras que desde hace cuatro décadas se meten en huertos y casas de los barrios situados en las faldas de la sierra y que se ha hecho más presentes en las últimas semanas con la sequía

La Generalitat contempla rebajar su número mediante la caza

¿Qué hacemos con las cabras?

INFORMACIÓN/Domin Vegara

D. Pamies

D. Pamies

En las últimas semanas las incursiones de rebaños asilvestrados de cabras ha puesto de manifiesto un problema ambiental que se prolonga desde hace casi cuatro décadas en la Sierra de Callosa.

Casi 200

Los animales, que suman entre 150 y 200 ejemplares en grupos dispersos, han arrasado con la flora autóctona y endémica de este espacio protegido y, ahora en plena sequía, cuando el hambre aprieta, aparecen por zonas habitadas de Callosa de Segura -sobre todo en el entorno de los parajes naturales municipales de Cueva Ahumada y la Pilarica-, también en el barrio del Gurugú y la zona del Portichuelo de Cox. Con menor frecuencia en Redován.

Se trata de cabras domésticas de la especie blanca serrana y blanca andaluza. También hibridadas. Alguien las soltó -o se le escaparon- hace ahora 37 años, reproduciéndose en libertad y adaptándose a un medio bastante hostil para su supervivencia.

De sus andanzas por las zonas pobladas junto a la ladera de Callosa de Segura, Cox y Redován hay constancia desde hace al menos veinte años con vídeos y quejas vecinales.

Los científicos

La sequía y la falta de alimento han obligado a los animales a ser más audaces que nunca y se les ha encontrado ya incluso en la zona de llanura del casco urbano, entre Cox y Callosa. Algunos ejemplares están enfermos, presentan desnutrición y hay algún caso de sarna.

Con la llegada de los animales también ha aterrizado la polémica. En varios frentes. Los grupos animalistas que están dando de comer y beber a las cabras, sobre todo en la zona de La Pilarica; los vecinos que llevan años pidiendo a la administración local que intervenga o los biólogos y ambientalistas que advierten del impacto demoledor de una especie doméstica autóctona en España pero invasiva en el medio de la Sierra de Callosa y piden que se ataje el problema. Los ayuntamientos hacen lo que pueden y mientras no se les pregunte, prefieren no informar sobre lo que están haciendo.

Reunión de representantes de los tres municipios con responsables de la dirección general de Medio Ambiente

Reunión de representantes de los tres municipios con responsables de la dirección general de Medio Ambiente / INFORMACIÓN

Reunión y Caza

Aunque precisamente este martes, los tres municipios afectados han publicado en redes sociales -sin trasladarlo a los medios de comunicación- una reunión que aseguran que se ha llevado a cabo este mismo martes entre concejales de Medio Ambiente de Cox, Callosa de Segura y Redován con la dirección territorial de Medio Ambiente para «atajar el problema de la superpoblación de cabras en la Sierra» que comparten los tres municipios y «acometer la mejor solución» en «base a la normativa», tanto para los animales como para la población.

Además de los técnicos de Especies, Pedro Mateo y el jefe de la Sección Forestal, Carles Esteve en la reunión, de la que los municipios solo informaron a través de redes sociales, se encontraba una funcionario técnicoa especialista de Caza de ese departamento, Alejandra Llopis.

Mejor, vivas

"Lo ideal sería que se pudieran capturar a los animales después de acostumbrarlos a darles de comer y de beber en una zona acotada y que se pudiera interesar algún ganadero de la zona por llevárselos", señala el especialista Pablo Perales, de Territorio Natura.

Este ambientalista entiende la postura de los grupos animalistas, pero no la comparte. "Se mascotiza a los animales sin pensar en las consecuencias que tiene su presencia en el medio natural, sobre otras especies autóctonas. Además, escogen qué animales se pueden salvar o no. Los gatos sí, las ratas no".

Y en el caso de la Sierra de Callosa la presencia de las cabras ha sido demoledora como también ha documentado el Grupo de Montaña de Callosa de Segura en varias ocasiones.

Los animalistas y la fiscalía

Los grupos animalistas y vecinos preocupados por el futuro de las cabras han denunciado el "desamparo" que sufren. "Cabras domésticas que fueron abandonadas a su suerte y se han ido reproduciendo de forma descontrolada en un entorno donde no tienen acceso a agua ni alimento, viéndose obligadas a bajar a zonas residenciales para poder abastecerse del agua de las fuentes".

Aseguran que el Ayuntamiento de Callosa de Segura estuvo capturando en 2021 algunos de los ejemplares para que se los llevara un cabrero y los "vecinos" consiguieron paralizar la captura hasta encontrar refugios o santuarios que pudieran acogerlas. Según estos grupos el Partido Popular y Vox han convocado "un comité de expertos para atajar el problema".

Los mismos aseguran que la situación se ha puesto en conocimiento de la Fiscalía, y también se ha registrado una instancia en el Ayuntamiento con el fin de evitar que "se le cause daño a los animales". Las mismas fuentes hablan de la falta total de transparencia del Consistorio, "que no otorga ninguna información, ni respuesta a la instancia, les hace pensar que no se tiene intención de tomar ninguna medida que proteja a dichas cabras". 

Salida digna

Los vecinos -animalistas- pretenden garantizar una "salida digna" y que no conlleve ningún perjuicio para las cabras, "siendo reubicadas en sitios donde puedan vivir tranquilas y con los medios que aseguren su supervivencia, ya que, están muriendo de inanición". Estos grupos han puesto en marcha una iniciativa en change.org en ese sentido, para lograr un santuario o refugio para las cabras, con un mensaje en el que además reconocen el gran valor ambiental de la sierra y el daño que le hacen estos animales sueltos.

Otros vecinos, los que sufren la entrada de las cabras, y ahora también la acumulación de comida en el paraje de la Pilarica donde se alimenta de forma espontánea a los rebaños, señalan a su vez a los que quieren cuidar de las cabras por convertir esas zonas en entornos poco salubres.

Lo que va a hacer el Ayuntamiento de Cox

Antes de la reunión que se daba a conocer el martes a última hora, el Ayuntamiento de Cox asegura que ha recibido autorización de la Generalitat para llevar a cabo la captura de los animales -vivos-. Aunque esa autorización también contempla el visto bueno para dar muerte un porcentaje determinado de ejemplares, sobre todo hembras, según ha podido confirmar este diario sin que el municipio se pronuncie.

De momento, eso sí, el Ayuntamiento ha encontrado una solución temporal -justo en los días centrales de sus fiestas patronales- para que los rebaños no "bajen" hasta las zonas habitadas. Ha ubicado, en colaboración con la sociedad de cazadores local, zonas con suministro de agua y comida en el coto de caza situado junto a las Canteras, frente al polígono de San Fernando.

De esa forma, los animales llevan tres semanas sin aparecer por jardines, huertos e incluso interior de viviendas en Cox. El objetivo municipal es, cuando sea el momento, la captura, insisten las mismas fuentes, sin necesidad de matar a los ejemplares. Y su traslado a otra zona.

"Peligro"

Mientras que el Ayuntamiento de Callosa de Segura ha señalado este martes que las cabras asilvestradas son "una especie invasora" en la sierra de los tres municipios Callosa, Cox y Redovan. Su proliferación está suponiendo un peligro para el "ecosistema de la sierra no sólo poniendo en riesgo la flora autóctona como es el matorral que protege los arrastres en caso de lluvias torrenciales sino incluso suponiendo un riego para la población" ya que estás bajando a zonas urbanas entrando en contacto con las personas.

El Ayuntamiento señala sin ofrecer más detalles que "se tienen reuniones con el resto de municipios afectados y con la Conselleria de Medio Ambiente para buscar la solución más efectiva para la protección del ecosistema de la Sierra".

Una zona especialmente protegida afectada por la invasión de cabras

Que las cabras blancas andaluzas y serranas y sus híbridos en la Sierra de Callosa, Cox y Redován hayan hecho de estos espacios su hábitat natural no solo tiene un impacto sobre las zonas pobladas. También, y muy elevado, en un área protegida e incluida en la Red Natura 2000 como Zona de Especial conservación (ZEC) con una superficie de casi 150 hectáreas; Zona de Especial Protección para las Aves del Sur de Alicante (ZEPA), Lugar de Importancia Comunitaria (LIC), que cuenta además, con los parajes naturales municipales de "La Sierra" en Redován y "La Pilarica-Sierra de Callosa", según explica el especialista Pablo Perales.

Las cabras, igual que no distinguen entre límites de municipios, tampoco lo hacen a la hora de alimentarse de lo que pueden. Y lo hacen también en las tres microrreservas de flora con las que cuenta la Sierra.

Es el caso de la microrreserva del Barranco de Enmedio y Cueva Ahumada (esta última adaptada con senderos en Callosa de Segura con especies prioritarias afectadas como el Allium melananthum, Centaurea saxicola subsp. saxicola, Genista valentina subsp. murcica, Periploca laevigata subsp. angustifolia, Sideritis glauca y Succowia balearica. Además de hábitats de matorrales arborescentes de Zyziphus, Mayteno-Periplocetum angustifoliae.

Hay una tercera microrreserva, la de Peñón de la Lobera situada en Redován con especies prioritarias afectadas como Maytenus senegalensis (especie en peligro de extinción); Genista valentina subsp.

murcica, Periploca angustifolia, Sideritis glauca y Centaurea Saxicola.