Las obras del tercer carril de la A-7 entre Crevillent y Orihuela comenzarán después del verano

El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible sigue adelante con los trámites para ampliar la capacidad de A-7 entre Crevillent y el enlace de Orihuela/Benferri a través de la construcción de un tercer carril a lo largo de 17 kilómetros de la Autovía del Mediterráneo para reforzar las condiciones de circulación y de seguridad vial, dando continuidad al tramo entre Elche y Crevillent.

El Gobierno ha formalizado ahora el contrato tras la adjudicación de las obras por 89,6 millones de euros a la UTE Ferrovial-Acsa. En ese importe no se incluye la inversión prevista en expropiaciones de 10,8 millones y el 1,5% cultural. Como ya avanzó INFORMACIÓN en septiembre, el Mitma había impulsado la licitación por 105.219.993 euros.

A partir de este momento, la previsión es que las obras se inicien después del verano, ya que la formalización del contrato es uno de los últimos pasos administrativos antes del inicio de los trabajos. Una vez formalizado, se procede al levantamiento del acta de comprobación del replanteo y el comienzo de las obras, que tienen un plazo de ejecución de 56 meses.

Al mismo tiempo, el Boletín Oficial de la Provincia ha publicado una resolución de la Demarcación de Carreteras del Estado en la Comunidad Valenciana por la que convoca el levantamiento del acta de ocupación y pago de la fase previa de los bienes y derechos afectados por el proyecto. En este sentido, del 18 al 31 de julio se ha citado a los propietarios de las 600 parcelas que se expropiarán en San Isidro, Albatera, Orihuela, Redován, Callosa de Segura, Cox, Granja de Rocamora y Crevillent.

En concreto, se construirá un tercer carril en ambas calzadas de la autovía a lo largo de 17 kilómetros, entre los kilómetros 528 y 545. Así, se rebajará la saturación de este tramo. De hecho, se trata de una vieja reivindicación que nació hace más de una década por el intenso tráfico de camiones que tiene esta carretera, más de 4.000 diarios, además de superar los 50.000 vehículos al día en algunos puntos.

Con esta actuación, se pasará de dos a tres carriles desde la intersección con la autopista AP-7 (Alicante-Cartagena) en Crevillent hasta el acceso a Orihuela por la carretera CV-870, dando continuidad al tramo anterior, entre Elche y Crevillent, que dispone de tres carriles por calzada desde 2008. Además, se remodelarán los enlaces de Crevillent-Catral, Albatera-San Isidro, Granja de Rocamora-Cox, N-340 Redován y Orihuela-Benferri.

"Vuelve a demostrarse el compromiso de este Gobierno con la provincia de Alicante", ha manifestado Juan Antonio Nieves, el subdelegado del Ejecutivo, que ha añadido que "en cifras absolutas la licitación de obra pública del Gobierno desde julio del 2023 coloca Alicante en el tercer puesto de todas las provincias".

Características técnicas

La sección tipo de la ampliación es de 3,50 metros de carril, 2,50 de arcén derecho y 1,60 de berma exterior. Los enlaces de Crevillent-Catral, Albatera-San Isidro, Granja de Rocamora-Cox, N-340 Redován y Orihuela-Benferri se reordenarán para transformarlos en enlaces de tipo diamante con glorietas.

En lo que respecta a las estructuras, se ampliará la plataforma de 15 viaductos y se adapta el gálibo horizontal de 13 pasos superiores. Se dotará a la mediana en toda la longitud del proyecto de un sistema de contención de vehículos que impida la invasión de la calzada en sentido contrario, incluso por los vehículos pesados. Para ello previamente se rellenará el espacio existente entre los arcenes interiores (colocando un caz que asegure el drenaje) y se conectará cada pareja de viaductos existentes a ambos lados del eje de la autovía.

El proyecto prevé la adopción de medidas de protección acústica para las zonas urbanizadas próximas a la autovía.

Adjudicación

La mesa de contratación ya propuso en diciembre a la Unión Temporal de Empresas formada por Ferrovial y Acsa por ser la oferta con relación calidad-precio más ventajosa para la Administración.

Se presentaron 16 grandes empresas constructoras del sector de la obra pública. San José quedó fuera del procedimiento por presunción de anormalidad por presentar una oferta económica muy baja, 600.000 euros menos que la mejor puntuada. Otras dos licitadoras, la UTE OHL-CHM y la UTE Murias-Copisa, ofertaron un precio más económico que la propuesta que se ha hecho con el concurso.