Cómo limpiar la vitro si te has quedado sin el producto específico en casa

Con estos métodos caseros solo necesitarás usar elementos que ya tienes en la despensa

El truco para limpiar la vitrocerámica si te has quedado sin el limpiador específico.

El truco para limpiar la vitrocerámica si te has quedado sin el limpiador específico. / PIXABAY

Mati Sirvent

Mati Sirvent

La vitrocerámica, con su superficie lisa y brillante, es un elemento esencial en muchas cocinas modernas. Sin embargo, mantenerla limpia puede ser un desafío, especialmente si te has quedado sin limpiador específico. Afortunadamente, existen numerosas alternativas caseras que no solo son efectivas, sino también económicas y ecológicas. Este artículo detalla cómo puedes limpiar tu vitrocerámica utilizando productos que probablemente ya tengas en casa.

Antes de explorar las alternativas de limpieza, es crucial entender la naturaleza de la superficie de la vitrocerámica. Esta está diseñada para resistir altas temperaturas y es relativamente fácil de limpiar, pero es susceptible a arañazos si no se maneja con cuidado. Por ello, es importante seleccionar métodos y materiales de limpieza que no dañen esta superficie delicada.

Métodos caseros para limpiar la vitrocerámica

1. Bicarbonato de sodio y agua:

El bicarbonato de sodio es un limpiador suave pero efectivo que es ideal para superficies delicadas como la vitrocerámica. Crea una pasta mezclando bicarbonato de sodio con un poco de agua y extiéndela sobre la superficie de la vitrocerámica. Deja actuar la pasta durante 15-20 minutos, especialmente sobre las áreas más manchadas o con residuos quemados. Luego, limpia con un paño húmedo y suave, asegurándote de remover todos los residuos de la pasta. Esta mezcla no solo limpiará la superficie, sino que también ayudará a eliminar las manchas sin necesidad de fregar intensamente.

2. Vinagre blanco:

El vinagre blanco es otro excelente limpiador natural. Es especialmente útil para desinfectar y eliminar la grasa. Rocía vinagre blanco sobre la superficie de la vitrocerámica y déjalo reposar durante unos minutos. Si la suciedad es persistente, puedes colocar sobre la vitrocerámica un paño empapado en vinagre caliente y dejarlo actuar durante unos 10 minutos. Limpia luego con un paño suave, realizando movimientos circulares para maximizar la efectividad.

3. Amoniaco diluido:

Para manchas particularmente difíciles, el amoníaco puede ser una solución potente. Sin embargo, debe usarse con precaución y en un área bien ventilada. Mezcla una solución de amoníaco diluido en agua (una parte de amoníaco por diez partes de agua) y aplícala con un paño suave. Nunca combines amoníaco con otros limpiadores, especialmente con blanqueadores, ya que puede producir gases nocivos.

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Consejos para limpiar la vitro

  • Uso de rasquetas específicas para vitrocerámica: Para los residuos quemados que son especialmente difíciles de remover, puedes utilizar una rasqueta diseñada específicamente para vitrocerámicas. Utiliza la herramienta con cuidado para no rayar la superficie.
  • Protección de la superficie: Después de limpiar, es una buena práctica pasar un paño suave con un poco de aceite de oliva sobre la superficie. Esto no solo dará brillo, sino que también creará una capa protectora que facilitará la limpieza futura.
  • Limpieza regular: Mantén la limpieza regular de tu vitrocerámica para evitar la acumulación de residuos y grasa. Esto hará que las limpiezas profundas sean menos frecuentes y más manejables.

Quedarte sin limpiador específico para vitrocerámica no significa que tengas que dejar de lado la limpieza de esta importante superficie. Con los ingredientes caseros mencionados anteriormente, puedes mantener tu vitrocerámica limpia, brillante y en óptimas condiciones. Estos métodos no solo son efectivos y accesibles, sino que también son más amigables con el medio ambiente, haciendo de la limpieza un proceso menos químico y más natural.