Planta de la chufa: qué beneficios tiene y cómo cultivarla

Este alimento es rico en fibra y una fuente natural de energía

La chufa es un superalimento que también te puede ayudar a adelgazar.

La chufa es un superalimento que también te puede ayudar a adelgazar. / Pixabay

Mati Sirvent

Mati Sirvent

La chufa, también conocida como Cyperus esculentus, es una planta herbácea perenne que pertenece a la familia de las ciperáceas. Su origen se remonta al antiguo Egipto, donde se han encontrado vestigios de su cultivo y uso en las tumbas de los faraones. Desde allí, su cultivo se extendió por el norte de África y posteriormente llegó a la península ibérica, especialmente en Valencia, donde se ha convertido en un cultivo tradicional y de gran importancia económica.

El cultivo de la chufa se lleva a cabo principalmente en suelos arenosos y bien drenados, ya que la planta necesita un sustrato que permita el buen desarrollo de sus tubérculos. 

Cómo cultivar la planta de la chufa

Si quieres cultivar la planta de la chufa debes seguir estos pasos:

  1. Preparación del terreno. Antes de la siembra, es fundamental preparar el terreno adecuadamente. Se debe labrar el suelo para eliminar malas hierbas y mejorar su estructura. También es recomendable incorporar materia orgánica para enriquecer el suelo y mejorar su capacidad de retención de agua.
  2. Siembra. La siembra de la chufa se realiza en primavera, generalmente entre abril y mayo, cuando las temperaturas comienzan a subir. Las chufas se siembran a una profundidad de unos 6-8 cm, en hileras separadas por unos 50 cm, dejando una distancia de 15-20 cm entre cada planta.
  3. Riego. La chufa es una planta que requiere riego frecuente, especialmente durante los primeros meses tras la siembra. Es importante mantener el suelo húmedo pero no encharcado, ya que el exceso de agua puede provocar la pudrición de los tubérculos.
  4. Control de malezas. Durante el crecimiento de la chufa, es esencial controlar las malas hierbas que puedan competir por los nutrientes y el agua. Esto se puede hacer mediante el uso de herbicidas específicos o, de manera más ecológica, mediante el deshierbe manual.
  5. Fertilización. Aunque la chufa no es extremadamente exigente en cuanto a nutrientes, se recomienda aplicar fertilizantes ricos en potasio y fósforo para favorecer el desarrollo de los tubérculos. La fertilización debe realizarse en varias etapas, comenzando al inicio del cultivo y continuando durante el periodo de crecimiento.
  6. Cosecha. La cosecha de la chufa se realiza a finales de otoño, generalmente en noviembre o diciembre, cuando las hojas de la planta se han secado. Para cosechar, se levantan las plantas del suelo y se recogen los tubérculos, que posteriormente se lavan y se secan al sol durante varios días.
Siempre es buen momento para una refrescante horchata de chufa.

Siempre es buen momento para una refrescante horchata de chufa. / Jose Navarro

Cómo cuidar la chufa

El cultivo de la chufa requiere ciertos cuidados específicos para asegurar una buena producción. Para tener éxito debes mantener un riego constante, especialmente durante los meses más cálidos y secos, es crucial para el desarrollo de los tubérculos.

Es importante vigilar la aparición de plagas como el gusano de alambre y enfermedades fúngicas que puedan afectar las raíces y los tubérculos. La rotación de cultivos y el uso de productos fitosanitarios adecuados pueden ayudar a prevenir estos problemas.

Por último, debes asegurarte de que el suelo esté bien aireado y libre de compactación es vital para el desarrollo de las raíces y los tubérculos.

Beneficios de la chufa para el organismo

La chufa no solo es conocida por su uso en la elaboración de la horchata, una bebida tradicional y refrescante, sino que también ofrece numerosos beneficios para la salud:

  • Rica en nutrientes. La chufa es una excelente fuente de nutrientes esenciales como el hierro, el magnesio y el zinc. Además, contiene una cantidad significativa de vitamina E, que es un potente antioxidante.
  • Alta en fibra. Este tubérculo es muy rico en fibra, lo que contribuye a mejorar la digestión y a mantener un tracto intestinal saludable. La fibra también ayuda a controlar los niveles de colesterol y azúcar en sangre.
  • Fuente de energía. Las chufas contienen una buena cantidad de carbohidratos, lo que las convierte en una fuente natural de energía. Son ideales para personas que necesitan un impulso energético rápido y saludable.
  • Propiedades prebióticas. La fibra de la chufa actúa como un prebiótico, favoreciendo el crecimiento de bacterias beneficiosas en el intestino, lo que puede mejorar la salud digestiva y fortalecer el sistema inmunológico.
  • Sin gluten y lactosa. La chufa es naturalmente libre de gluten y lactosa, lo que la convierte en una excelente opción para personas con intolerancias alimentarias.