Jacaranda: así son las flores moradas que cubren las calles y los coches estos días
Te contamos todo lo que necesitas saber sobre esta especia tan decorativa como sucia
Jacaranda: las flores moradas que cubren las calles y los coches estos días. / PIXABAY
La jacaranda es un árbol emblemático que adorna las calles de muchas ciudades con sus deslumbrantes flores moradas. Esta vista espectacular no solo embellece el paisaje urbano, sino que también tiene una serie de características y beneficios que la hacen única. Sin embargo, al final de la primavera las flores caen al suelo y manchan aceras, coches estacionados y todo lo que se encuentra bajo ellas.
En este artículo, exploraremos todo lo que necesitas saber sobre la jacaranda, desde su origen y características hasta los cuidados necesarios para cultivarla.
La jacaranda, cuyo nombre científico es Jacaranda mimosifolia, es originaria de Sudamérica, particularmente de Brasil, Paraguay y el norte de Argentina. Sin embargo, su belleza y adaptabilidad han llevado a que se cultive en muchas regiones del mundo, especialmente en áreas con climas cálidos y templados.
La jacaranda es un árbol de tamaño mediano a grande, que puede alcanzar entre 10 y 15 metros de altura, aunque en condiciones óptimas puede llegar a los 20 metros. Su copa es amplia y extendida, proporcionando una excelente sombra. Las hojas son compuestas, bipinnadas y de color verde brillante, lo que añade un atractivo adicional durante todo el año.
Las flores de la jacaranda
Las flores de la jacaranda son su característica más distintiva. Son de color azul violáceo a morado y tienen una forma tubular que se agrupa en inflorescencias terminales. La floración ocurre en primavera y, en algunos climas, puede extenderse hasta principios de verano. Estas flores cubren completamente el árbol, creando un espectáculo visual impresionante que también resulta en una "lluvia" de pétalos morados que cubren el suelo y los coches debajo.
Jacarandas en una calle de Alicante, en imagen de archivo / ISABEL RAMON
Cultivo y cuidados de la jacaranda
Clima y suelo
La jacaranda prospera en climas cálidos y templados. Prefiere suelos bien drenados y ligeramente ácidos, aunque puede adaptarse a una variedad de condiciones del suelo siempre que no esté encharcado. La exposición solar completa es ideal para una floración abundante.
Plantación
- Época: La mejor época para plantar jacarandas es durante la primavera o el otoño, cuando las temperaturas son suaves.
- Ubicación: Selecciona un lugar con suficiente espacio para que el árbol crezca y se expanda. Asegúrate de que reciba al menos 6 horas de luz solar directa al día.
Riego
La jacaranda requiere un riego regular, especialmente durante los primeros años de establecimiento. Una vez madura, es más tolerante a la sequía, pero seguirá necesitando agua durante los períodos secos. Riega profundamente y permite que el suelo se seque ligeramente entre riegos para evitar el encharcamiento.
Fertilización
Fertiliza la jacaranda una vez al año, preferiblemente en primavera, con un fertilizante equilibrado (10-10-10) para promover un crecimiento saludable y una floración abundante. Evita el exceso de fertilización, ya que puede conducir a un crecimiento excesivo de las hojas a expensas de las flores.
Poda
La poda no es estrictamente necesaria para la jacaranda, pero puede ayudar a mantener su forma y eliminar ramas muertas o dañadas. Realiza la poda en invierno o principios de primavera antes de que comience el nuevo crecimiento. La poda también puede ayudar a mejorar la estructura del árbol y promover una mejor circulación del aire.
Problemas comunes de la jacaranda
- Plagas: La jacaranda es relativamente resistente a las plagas, pero puede verse afectada ocasionalmente por áfidos, cochinillas y orugas. Controla estas plagas mediante la aplicación de jabón insecticida o aceite de neem.
- Enfermedades: Las enfermedades fúngicas como la pudrición de la raíz pueden ser un problema en suelos mal drenados. Asegúrate de que el suelo drene bien y evita el riego excesivo.
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Consejos
- Paciencia: Las jacarandas pueden tardar varios años en florecer después de ser plantadas. Ten paciencia y asegúrate de proporcionarles el cuidado adecuado para fomentar su crecimiento y floración.
- Espacio adecuado: Debido a su tamaño potencial, asegúrate de plantarlas en un lugar donde tengan suficiente espacio para crecer sin interferir con estructuras cercanas.
- Protección contra el frío: En áreas con inviernos fríos, protege las jacarandas jóvenes cubriéndolas durante las heladas para evitar daños.
