La fiesta del Orgullo es reivindicación y es diversión. Los momentos más desenfadados de estos días siempre los pone la famosa carrera de tacones. La popular calle Pelayo del barrio de Chueca es el escenario de esta accidentada carrera en la que los participantes se suben a por lo menos 15 centímetros de altura. Las maestras de ceremonia son drag queens, encargadas de poner color a estos festejos.