División entre las AMPA por el punto extra de los centros para admitir a los escolares y rechazo a la discriminación en la provincia de Alicante

La FAPA Gabriel Miró descarta que premiar a antiguos alumnos o a familias trabajadoras genere desigualdades porque hay otros criterios que pesan más, mientras la Enric Valor advierte de que sí puede segregar alumnos

Primer día de colegio en la Comunidad Valenciana

Primer día de colegio en la Comunidad Valenciana / Antonio Amorós

A. Fajardo

A. Fajardo

El punto extra que van a conceder los colegios e institutos de la Comunidad Valenciana para admitir al alumnado del próximo curso, en buena parte, a hijos de antiguos alumnos (desde padres a nietos) y también a familias trabajadoras, entre otros ejemplos, ha generado división entre los progenitores de la escuela pública. Desde la Confederación Valenciana de Ampas (Covapa) y la FAPA Gabriel Miró interpretan que este único punto que van a poder dar los centros educativos es «anecdótico» y rechazan que se pueda emplear para discriminar a ningún escolar negándole una plaza, mientras que la FAPA Enric Valor advierte de que ese punto que parece que no sea nada podría marcar la diferencia entre un alumno que entre en el centro deseado y otro que se quede fuera.

No obstante, los dos primeros colectivos avisan de que si alguien considera que un centro concertado o público discrimina debe denunciarlo, en la misma línea que la Inspección Educativa, desde donde entienden que este punto extra va a ser insignificante en la baremación total y apelan a presentar un escrito ante el centro, el consejo escolar o en última instancia a la Dirección Territorial si por las circunstancias específicas escogidas por los colegios o institutos un alumno acabara quedándose fuera, según fuentes consultadas por este periódico.

«Lo primero que no se debería es discriminar a nadie, ya sea nacido en la localidad o venga de donde venga y en los criterios que han establecido los colegios e institutos para dar el punto extra no se aprecia discriminación ya que unos se favorecen con puntos por unas cosas y otros por otras, por lo que no hay discriminación alguna y si alguien considera que un centro concertado o público discrimina, debe denunciarlo», explica la presidenta de Covapa y la representante de la FAPA Gabriel Miró, Sonia Terrero, quien precisa que aunque los centros den un punto por trabajador remunerado, salen ganando los que cobran la Renta Valenciana porque reciben 7 puntos.

Por su parte, el otro segmento de las AMPA, que a su vez a mostrado su rechazo al distrito único, la Enric Valor, defiende que lo más justo es que ese punto extraordinario premiara la cercanía. «Dependiendo de cómo se use puede dejar fuera a gente que lo tenga más complicado y es lo que puede marcar la segregación. Ese punto se eliminó con la zonificación y con el distrito único es evidente que se favorecerá a la escuela concertada. Si eliges un concertado te dan 10 puntos, independientemente de donde vivas, y eres residente de pedanía y quieres elegir un colegio del casco urbano no recibes ningún punto», afea Toñi Gómez, técnico de la FAPA Enric Valor.

Un instituto de Elche, el primer día de clase

Un instituto de Elche, el primer día de clase / Antonio Amorós

Así es la baremación

La baremación que ha aprobado la Conselleria de Educación para valorar las solicitudes de admisión con el modelo de distrito único da la máxima puntuación (15 puntos) por cada uno de hermanos en el centro, mientras que por proximidad del domicilio familiar o del trabajo de los progenitores da entre 10 y 15 puntos, los mismos que se otorgaban hasta ahora. También se conceden 15 puntos a los hermanos si se solicita plaza por primera vez en la Comunidad Valenciana o por cambio de localidad de residencia.

Además, las familias con rentas bajas obtienen de 4 a 7 puntos, mientras que las que perciben la renta valenciana de inclusión también reciben 7 puntos, al igual que las familias numerosas y las monoparentales, o los niños cuyos progenitores trabajen en el centro. A aquellos escolares que compaginen el colegio o instituto con enseñanzas profesionales de música o de danza y a los deportistas de élite se les da dos puntos.

Públicos y concertados

La justificación que han dado los colegios públicos que han decidido primar a las familias trabajadoras, en lugar de a las paradas, es porque al estar activas necesitan llevar a sus hijos al colegio, lejos de querer discriminar a los desempleados. Sin embargo, es una visión que ha generado diferencias en el seno de la Asociación de Directores de Infantil y Primaria de la escuela pública. También ha desatado discrepancias entre los directores de la pública el hecho de que haya colegios públicos que vayan a priorizar la admisión de alumnos porque algún miembro de su familia haya acudido a esas instalaciones, ya que esta circunstancia podría dejar fuera a alumnos inmigrantes que acaban de llegar a la ciudad y no tienen ninguna relación con ese centro. Este criterio fue, de hecho, eliminado por el Botànic.

Frente a ello, la concertada defiende que se dé más facilidades a los niños y niñas que tengan a algún familiar que haya estado vinculado al centro «porque es una garantía de que no haya conflicto, de que se acepta el ideario del centro, ya que el 90% son católicos, y es una forma de asegurarse de que los progenitores ya saben cómo funcionan estos colegios», argumenta Rafael Aráujo, secretario de la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos (Concapa), quien, no obstante, advierte de que solo se trata de un punto de todos los que se van a tener en cuenta, por lo que también descarta que vaya a ser decisivo.

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