El Hospital de Sant Joan desmonta mitos sobre el tabaco: 5 cigarrillos al día hacen daño y los "light", también

Los especialistas señalan que no relaja ni ayuda a concentrarse y que no es cierto que solo con fuerza de voluntad se pueda abandonar el hábito

La Unidad Especializada de Tabaquismo recupera la psicóloga clínica que trabaja con los neumólogos para ayudar a las personas a dejar de fumar

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Pilar Cortés

J. Hernández

J. Hernández

El Hospital de Sant Joan quiere desmontar los principales mitos que rodean al hecho de fumar como que cinco cigarrillos al día o el tabaco light no hacen daño, que relaja o ayuda a concentrarse ya que es una sustancia estimulante "y esa sensación la tenemos al notar un alivio temporal de los síntomas de la abstinencia”, señalan los especialistas del centro sanitario, que ha instalado una mesa informativa dirigida tanto a pacientes como al personal que trabaja en el departamento de salud con información sobre la consulta antitabaco y de los recursos disponibles para dejar de fumar. También se han realizado pruebas con cooxímetros, que detectan la pérdida de oxigenación en sangre.

"Incluso una pequeña cantidad de tabaco puede ser perjudicial; una sola bocanada puede contener 400 toxinas nocivas y 43 cancerígenas. La exposición continua a las toxinas del tabaco puede tener graves consecuencias para la salud a largo plazo”, ha destacado el técnico superior de Higiene del Trabajo, Roberto Fernández, que pertenece al Servicio de Prevención de Riesgos Laborales, dentro de la jornada informativa "Centros sanitarios libres de tabaco".

"Incluso una pequeña cantidad de tabaco puede ser perjudicial; de hecho, una sola bocanada puede contener 400 toxinas nocivas y 43 cancerígenas"

Roberto Fernández

— Técnico superior de Higiene del Trabajo

Esta se ha organizado por segundo año consecutivo coincidiendo con la celebración por parte de la Organización Mundial de la Salud del Día Mundial Sin Tabaco, que se conmemora mañana.

Apoyo profesional

Otro de los mitos desmontados es que solo es posible dejar de fumar con fuerza de voluntad. “Es un componente esencial pero por sí sola puede no ser suficiente. Es un proceso que puede necesitar apoyo profesional, tratamiento y un cambio en los hábitos diarios. Algunas personas pueden experimentar un aumento de peso al dejar de fumar, pero con una dieta saludable y ejercicio, este efecto puede ser controlado y minimizado”, ha indicado.

El tabaco también provoca daños a los fumadores pasivos. "Fumar alrededor de gente no fumadora es una gran irresponsabilidad”, han explicado especialistas del centro. Los médicos recuerdan que el 90% de los casos de cáncer de pulmón están provocados por el tabaquismo.

Con respecto a los cigarrillos light, “también son perjudiciales, la nicotina es adictiva y crea una falsa sensación de control sobre el hábito. Reconocer la adicción es el primer paso para superarla”, ha afirmado el técnico de Prevención pues en la jornada se han dado charlas dirigidas a los profesionales sobre los riesgos que el tabaquismo comporta también en el entorno laboral.

Así, se ha recordado que la ley 42/2010 estipula textualmente que está prohibido fumar en “centros, servicios o establecimientos sanitarios, así como en los espacios al aire libre o cubiertos, comprendidos en sus recintos”.

El Hospital de Sant Joan ha realizado mediciones de la presencia de monóxido de carbono en sangre

El Hospital de Sant Joan ha realizado mediciones de la presencia de monóxido de carbono en sangre / INFORMACIÓN

Epidemia prevenible

El consumo de tabaco es la principal epidemia prevenible a la que se enfrenta la comunidad sanitaria. Según ha afirmado la neumóloga responsable de la unidad antitabaco, Esther Pastor, “fumar es la primera causa de enfermedad, invalidez y muerte prematura evitable en el mundo. En Europa provoca cada año 1,2 millones de muertes y en nuestro país cada año mueren más de 50.000 personas debido al consumo de tabaco, más que por los accidentes de tráfico y el consumo de drogas ilegales juntos”. 

"Fumar es la primera causa de enfermedad, invalidez y muerte prematura evitable en el mundo"

Esther Pastor

— Neumóloga responsable de la unidad antitabaco del Hospital Sant Joan d’Alacant

La unidad antitabaco del Hospital Sant Joan d’Alacant es una de las pioneras en la Comunidad Valenciana. Creada en el año 1999, está acreditada como Unidad Especializada de Tabaquismo por la Sociedad Española de Neumología (SEPAR). Cada año atiende unas 200 primeras visitas y 600 revisiones de pacientes a los que ayuda en su proceso de deshabituación.

Como novedad, esta unidad antitabaco acaba de reincorporar a una psicóloga clínica, para atender de forma multidisciplinar a los pacientes, tratando tanto los aspectos físicos como psicológicos de la adicción al tabaco. “El método más eficaz para dejar de fumar es el tratamiento farmacológico en combinación con el acompañamiento psicológico”, ha indicado Esther Pastor.

Psicología

La psicóloga clínica, María Isabel Pardo, ha señalado que “la intervención psicológica para la deshabituación tabáquica se basa en la entrevista motivacional, pautas para manejar la ansiedad, cambio de hábitos asociados al consumo y prevención de recaídas”.

“En un principio se planteará el programa a nivel individual y, posteriormente, cuando haya una muestra suficiente, queremos realizar también un abordaje grupal para los pacientes que lo deseen, ya que está demostrado que el apoyo de grupo aumenta la motivación y el compromiso”, ha añadido Pardo.

Deshabituación

Los pacientes con patologías causadas por el tabaco son remitidos tanto por los médicos de Atención Primaria como por facultativos del propio hospital.

“La intervención psicológica para la deshabituación tabáquica se basa en la entrevista motivacional, pautas para manejar la ansiedad, cambio de hábitos asociados al consumo y prevención de recaídas”

María Isabel Pardo

— Psicóloga clínica

En la primera visita se realiza una anamnesis, historia de tabaquismo, historia de consumo, intentos previos de deshabituación y se valora el grado de dependencia y la motivación del paciente para dejar de fumar. También se hacen una valoración neumológica, con una espirometría y radiografía de tórax, y una cooximetría para medir el nivel de monóxido de carbono en aire expirado.

Según explica la neumóloga, “se revisa de forma individualizada las opciones de tratamiento farmacológico para cada paciente, les acompañamos en todo el proceso y desde que dejan el tabaco hacemos un seguimiento durante un año antes de darles de alta”.