Cuatro de cada diez jóvenes piratean las retransmisiones deportivas

Las falsificaciones de equipamiento deportivo generan unas pérdidas de 84 millones de euros anuales en España y de 850 millones en el conjunto de la UE, según un estudio de la EUIPO

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Vídeo: Agencia ATLAS | Foto: EFE

David Navarro

David Navarro

Los amantes del deporte tienen por delante un verano de lo más movido. A los eventos habituales, como el Tour de Francia, se sumará a partir del próximo viernes la Eurocopa de fútbol y el próximo mes los Juegos Olímpicos de París. Y aunque la mayoría de los aficionados seguirá estas retransmisiones por los canales legales, un porcentaje nada despreciable elegirá verlos a través de webs y plataformas de 'streaming' ilegal. Especialmente en España, que se sitúa como el tercer país de la Unión Europea donde más ciudadanos recurren a las emisiones piratas.

Así lo revela un nuevo estudio de la Oficina Europea de Propiedad Intelectual (EUIPO, por sus siglas en inglés), que destaca la penetración que este tipo de prácticas tiene entre los más jóvenes. De esta forma, el informe señala que hasta un 12% de los europeos recurre a las retransmisiones ilegales para ver eventos deportivos, un porcentaje que se dispara hasta el 19% en el caso de España, el tercer país donde más se da este problema, solo por detrás de Bulgaria, donde son un 21% los ciudadanos que recurren a la piratería para ver partidos de fútbol u otras competiciones, y de Grecia, con un 21%.

En el caso de los jóvenes de entre 15 y 24 años –los que más utilizan las nuevas tecnologías- las cifras son todavía más llamativas. En el conjunto de la UE son hasta un 27% los que acceden ilegalmente a estos contenidos, pero es que en España el porcentaje alcanza el 42%. Sólo los jóvenes búlgaros tienen menos respeto por los derechos de propiedad intelectual, con un 47% que accede a las retransmisiones a través de cauces ilegales.

La sede de la EUIPO en Alicante.

La sede de la EUIPO en Alicante. / Información

"Los derechos de propiedad intelectual e industrial que hay detrás de estos eventos protegen y mejoran nuestra experiencia como aficionados, apoyan a nuestros atletas e inspiran a los futuros campeones y campeonas de Europa y del mundo. Al ver retransmisiones oficiales y comprar productos autorizados, garantizamos el futuro de los deportes que tanto nos gustan", recuerda el director ejecutivo de la EUIPO, el portugués João Negrão.

Además, desde la euroagencia con sede en Alicante recuerdan que quienes promueven la piratería no lo hacen con voluntad altruista, ya que el 'streaming' ilegal genera unos ingresos anuales de más de 1.000 millones de euros.

Falsificaciones

En este mismo sentido, la EUIPO ha analizado las ventas de equipamiento deportivo falsificado y su repercusión sobre el negocio legítimo. Así, calculan que estas falsificaciones suponen unas pérdidas en ventas de 850 millones de euros para las marcas, y eso sin incluir las copias de camisetas o las zapatillas de deporte, que se incluirían dentro de los 12.000 millones que mueve la falsificación de prendas de vestir.

En el caso de España, las copias de material deportivo sin licencia suponen un agujero de 84 millones para los fabricantes, el equivalente al 12,5% del mercado. En este sentido, el país donde más pérdidas generan estas falsificaciones es Francia, donde suman 143 millones, aunque en porcentaje del mercado es Rumanía donde más se detecta este problema, al representar un 22,3% de todas las ventas de este tipo de material.

Según el Barómetro de la propiedad intelectual entre los jóvenes de la EUIPO, un 10% de las personas de entre 15 y 24 años de la UE admite comprar intencionadamente equipamiento deportivo falsificado, siendo más común entre los jóvenes griegos: un 18 % lo habría hecho, según este estudio. No obstante, el 7 % de los jóvenes consumidores europeos compró artículos falsificados por accidente.

En España, los jóvenes que compran falsificaciones de manera consciente son un 13%, a los que hay que sumar otro 11% que asegura haberlo hecho de forma accidental.

Desde la EUIPO recuerdan que las falsificaciones conllevan graves consecuencias económicas y sociales. Al margen de las pérdidas de ingresos y la eliminación de puestos de trabajo, las empresas sufren un deterioro de la reputación de sus marcas, debido a la menor calidad de las copias, como revela otro estudio reciente de la euroagencia sobre el impacto económico de las falsificaciones en los sectores de la confección, los cosméticos y los juguetes en la UE.

Además, hay un creciente escepticismo en las economías europeas en relación con la solidez de las inversiones en innovación, lo que supone un riesgo para el desarrollo económico a largo plazo.

Igualmente, los productos falsificados también plantean serias amenazas para la salud de los consumidores, y no cumplen con las normativas europeas en materia de salud, seguridad y protección del medio ambiente. Como indica el estudio de la EUIPO y la OCDE sobre falsificaciones peligrosas, el equipamiento deportivo falsificado puede fallar en momentos críticos y contener ingredientes tóxicos o peligrosos.

Operación Fake Star

Dentro de la lucha contra estas prácticas, desde la EUIPO destacan la denominaca Operación Fake Star, una iniciativa con la que autoridades policiales de toda Europa detectaron e incautaron 8 millones de productos deportivos y de lujo falsificados, más de la mitad de los 14 millones de artículos falsificados incautados en 2023. Entre los productos deportivos falsificados se encontraron artículos textiles, calzado, etiquetas, artículos de cuero y accesorios de ropa falsos, incluido el calzado y las prendas de ropa deportiva, con un valor de venta al por menor estimado de 120 millones de euros. La operación dio lugar a la detención de 264 personas relacionadas con las falsificaciones.

 Durante la operación se detectaron 552.611 artículos de calzado, 1.140.343 prendas deportivas y 5.497.460 etiquetas con logotipos falsos. Las incautaciones confirman que muchos de los productos falsificados finales se terminan en Europa, donde se aplican logotipos falsificados a productos sin etiquetar.

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