Las grietas de Santa María dan una pequeña alegría en Elche

Los informes técnicos revelan que, al menos, las fisuras y las grietas no han ido a más en los últimos dos años en la basílica ilicitana

Así ha sido la actuación en la fachada principal de la Basílica de Santa María tras el desprendimiento de cascotes

Áxel Álvarez

María Pomares

María Pomares

No corren buenos tiempos para la basílica de Santa María de Elche. Hasta el extremo de que la mejor noticia que podría recibir el templo es que, con carácter inminente, se va a acometer esa rehabilitación tan necesaria, como evidencian las redes y mallas de protección que envuelven el edificio. Ahora, hasta la Puerta Mayor. Sólo así se evitaría que a poco que llueva, se mueva algo de viento o simplemente cambie la temperatura haya desprendimientos. Sin embargo, parece que, al menos de momento, las grietas y las fisuras han dado una pequeña alegría en el escenario en el que se representa el Misteri d'Elx.

Los fisurómetros con los que se mide el desplazamiento de las grietas en Santa María.

Los fisurómetros con los que se mide el desplazamiento de las grietas en Santa María. / Áxel Álvarez

Así se desprende del informe que acaba de entregar el arquitecto técnico designado por la comisión técnica para la restauración de la basílica de Santa María, Francisco Rodríguez Trives. Un documento que revela que, en los últimos dos años, no ha habido desplazamientos ni aperturas de consideración. Cierto es que tampoco ha sido un periodo de especial sismicidad.

En junio de 2022

Fue en junio de 2022, casi en paralelo al plan director que cifró en cerca de 6,9 millones de euros las actuaciones necesarias en el inmueble para poner freno a su deterioro, cuando se decidió colocar testigos sobre las fisuras y grietas en las distintas fachadas de la basílica. El objetivo era tener datos reales y concretos sobre su comportamiento, y sobre si había movimientos reseñables o ganaban en anchura. Se colocaron, pues, ocho fisurómetros en lugares estratégicos, sobre todo en el Carrer de la Fira, y ahí se dejaron a expensas de que transcurrieran dos años para ver qué había pasado

Los fisurómetros con los que se mide el desplazamiento de las grietas en Santa María.

Los fisurómetros con los que se mide el desplazamiento de las grietas en Santa María. / Áxel Álvarez

Dos años que se acaban de cumplir ahora con unos resultados que, por el momento, parece que dan un respiro. Hasta el punto de que el informe que ya le ha entregado Rodríguez Trives a la comisión técnica para la restauración de la basílica de Santa María apunta a que el análisis de los fisurómetros evidencia que los desplazamientos y las aperturas presentan valores inferiores a micras en el peor de los casos, y que en la mayoría de testigos no ha habido movimiento alguno

Sin patologías reseñables

No se han detectado, por tanto, anomalías patológicas reseñables, según el informe, que deja a las claras, en palabras de Francisco Rodríguez Trives, que Santa María es estable cuando las cargas son gravitatorias, esto es, cuando soporta su propio peso y las cargas permanentes y sobrecargas de uso. Otra cosa es qué puede pasar si empieza a haber movimientos horizontales o, dicho de otro modo, sismos. Probablemente la estabilidad en ese caso sería diferente. Cambiaría y, a lo mejor, los fisurómetros no darían ninguna alegría.

Un terremoto en Elche

De hecho, según los datos del Instituto Geográfico Nacional (IGN), en estos dos últimos años, desde que se instalaron los testigos, sólo ha habido un terremoto localizado en Elche, el 15 de julio de 2022, de magnitud 1,3. En cuanto a los terremotos más importantes sucedidos en la provincia en este periodo, el IGN sólo reseña el del 30 de julio de 2023 en Banyeres de Mariola, de magnitud 3,8.

La Puerta Mayor de Santa María con la red de protección.

La Puerta Mayor de Santa María con la red de protección. / Áxel Álvarez

Por eso mismo, y ante el temor de que si hay terremotos puedan afectar a la basílica, se le ha pedido al equipo de Almagra Arquitectura i Patrimoni, de València, especializado en patrimonio y que se encarga de desarrollar el proyecto básico de ejecución para la primera fase de rehabilitación del templo, que compruebe la estabilidad de la construcción en caso de un movimiento sísmico. Eso precisamente es lo que ha hecho que la entrega del documento se posponga hasta septiembre, porque, además, se ha optado por ampliar el proyecto inicial, de manera que a la fachada, cubiertas, humedades y áreas interiores se suman como prioridad también los elementos estructurales.

Cruce de datos

En cualquier caso, el objetivo ahora es poder confrontar el análisis de los fisurómetros con los resultados que dé el georradar que estuvo en Santa María hace casi tres semanas y que pretendía dar datos del subsuelo, para ver si se refuerza ese resultado de la estabilidad de Santa María en estos momentos.

En los años 40

Sea como fuere, la última gran reforma del templo fue en los años 40 del siglo pasado. Desde entonces ha habido algo más de 30 terremotos con epicentro en Elche, así como otros tantos en el entorno. Incluso el 28 de agosto de 1947 se detectó uno de magnitud 4,1 en la ciudad ilicitana, precedido de varios sismos, y seguido por unos cuantos más. Sin embargo, los técnicos coinciden en que el edificio hasta ahora ha aguantado muy bien, y eso es lo que se busca que suceda con la restauración: que siga comportándose así. De ahí los estudios que se están haciendo y de ahí que entren en el proyecto básico de ejecución los elementos estructurales, aunque se retrase un poco.

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