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Ayuso y su león rugen y se quieren

Ayuso concede a Milei la Medalla Internacional de la Comunidad de Madrid

Video: Agencia ATLAS | Foto: José Luis Roca

Ese señor, de cuyo nombre no quiero acordarme, lleva seis meses en Argentina con su motosierra presidencial. Y Ayuso le ha colgado una medalla internacional por ser un cacique excelente, amante de la libertad. El sentido de esa bella palabra, ¡carajo!, significa, para él y los de su especie, utilizar las tijeras a tope y recortar políticas sociales en perjuicio de la mayoría de la población. La pobreza y la indigencia prosperan por obra y gracia de este hombre. No es que antes de su aterrizaje todo fuese de color de rosa, no, pero ahora es mucho peor y sin ninguna perspectiva de mejora.

Ayuso y su león rugen y se quieren

Ayuso y su león rugen y se quieren / MarcLlorente

Es presidente porque le votaron, sí, y más de uno estará arrepentido. Es un viajero del tiempo que ha llegado del futuro a fin de arreglar los problemas del presente. Lo hace enviando al abismo a una amplia parte de la ciudadanía. ¿Pagar el alquiler de la casa, poder ir a la farmacia o comprar algo de alimento? He ahí el dilema. Trabajadores y jubilados circulan por un callejón sin salida. La actividad industrial, mal. Gracias. O sea, la calidad de vida de los argentinos va a peor en nombre de la libertad.

Qué concepto tienen las derechas, principalmente cuando se impone la versión extrema del pensamiento liberal. Excluye toda intervención del Estado en la economía, que está siendo desguazado caiga quien caiga, y triunfan la ley del más fuerte, el sálvese quien pueda y el que se mueran los pobres. Ayuso ovaciona la jugada y la represión de las protestas de los argentinos. La dictadura y la caprichosa administración de las instituciones, sin embargo, son cosas del autarca Sánchez, un sujeto que cree en la justicia social. Actitud de envidiosos y resentidos. Que empobrece, claro.

Ruge el león que preside aquel hermano país, estimulando el choque diplomático entre ambos países, y nuestra diosa y desleal «presidente» madrileña se rinde a sus pies, ante la visita privada del bufonesco tipo, y le pone la alfombra en un acto que jamás tendría que haberse hecho. Esta señora utiliza la sede de la Comunidad de Madrid como si fuese propiedad suya. La república independiente de su casa. No puede ejercer, sin serlo, de jefa del Ejecutivo central o de ministra de Asuntos Exteriores, ni obsequiar medallitas al que le dé la gana. Ni bendecir los ataques de ese individuo a España y sus ciudadanos. En la Puerta del Sol hubo solo la siniestra oscuridad de estos dos personajes de opereta.

La provocación y el uso partidista de Díaz Ayuso y de su tutor, el tal Rodríguez, saltan a la vista. Instrumentalización de la televisión autonómica y cutre representación de ella y Milei, la infumable pareja. Esta señora ultra se supera cada día. Da vergüenza ajena y no conoce límites. Por méritos propios, vean al subalterno Feijóo, a lo que contribuye el ridículo permanente de la lideresa que va a su aire con soberbia infantil. No estaba invitado y agacha las orejas pese a que Ayuso vincula más todavía al PP con el desquiciado ultraderechista Milei, quien tiene otros logros en su haber. Privatizaciones masivas, cierre de organismos públicos o amnistía fiscal. Capitalismo salvaje. Puro y duro. ¡Buen ejemplo! Conviene tener todo esto en consideración en futuras elecciones.

Milei resaltó, junto a Ayuso, las «porosas manos de los políticos» o de los familiares. Él se refería a Sánchez, cómo no, pero recuerden que el novio de la falsa adalid de la Constitución y la democracia está investigado por la comisión de dos delitos de fraude fiscal y uno de falsedad documental (puede haber más). Y que su hermano se benefició con un contrato público de mascarillas, asunto que quedó archivado a pesar de que se vendieran al triple de su coste. Los delirios de grandeza de esta nueva Isabel la Católica están tocados del ala. Toda una referencia internacional, no para bien, con ansias de convertirse en dueña del cortijo nacional y emperatriz del mundo y de las galaxias.

Es decir, la exaltación de las élites económicas, financieras y empresariales frente a una ciudadanía a su merced. A las derechas incívicas les sobran el estado de bienestar, el sistema fiscal progresivo o la igualdad de oportunidades. Sin creer en los impuestos, se sirven de ellos para sus intereses y anulan a los demás. ¡Bonita prosperidad y libertad pregonan! El gran capital siempre gana en cualquier caso. Sea como fuere, nuestro país bate récord de empleo con el Gobierno de coalición, aunque el crecimiento económico, aun así, es la especialidad de Génova, 13, según algunos. Ahora bien, es preciso que la extrema derecha no encuentre el menor pretexto para falsear y hablar de un sistema corrupto que debe derribarse, y que los desencantados no abracen nunca a ningún oso.