Opinión | TRIBUNA

¿Y si no hubiera sido del PP?

Las pegatinas alusivas al alcalde de Elche y su socia de Vox

Las pegatinas alusivas al alcalde de Elche y su socia de Vox / Áxel Álvarez

Desde finales de mayo he venido soportando una campaña de difamación y de acoso mediante pegatinas (varios cientos) repartidas y colocadas por toda la ciudad. El contenido de esta campaña, con tono satírico pero con un fondo profundamente intolerante y destructivo, plantea la pregunta: “Pablo ¿Aurora sabe lo tuyo?”

¿Qué pretenden los que han financiado esas pegatinas? Por un lado socavar la unidad del gobierno municipal usando y atacando algo tan profundo como la privacidad de las personas, en concreto la mía propia, en su dimensión más íntima.

Por otro sugerir que Aurora Rodil es una intolerante (que es lo que, en verdad, son los que han ideado esta campaña) desconociendo que ella, como persona entregada a su trabajo, como servidora pública y como médico defiende lo mismo que nosotros defendemos: la libertad personal de cada individuo para vivir y entender la vida como considere y el respeto a todas las personas sin etiquetas ni colectivos.

Además esta campaña desprende una profunda intolerancia propia de la izquierda más rancia que sostiene que si no haces, piensas, defiendes y reivindicas lo que ellos, como ellos y cuando ellos ya no vale. Hasta te “mereces” esta repugnante campaña por ser un “facha del PP”.

¿Qué es “lo tuyo”? Lo mío es todo aquello que forma parte de mi vida y me hace ser lo que soy y cómo soy: mi familia, mi vocación, mi profesión docente, mi pasión por la historia, mis amores y mis desengaños, mis amigos, mi Elche, nuestras tradiciones, mi España…todo eso es lo mío, lo que soy, lo que tengo. Es triste que haya quien quiera reducir “lo tuyo” a sólo un ámbito de nuestra vida.

Prueba de lo anterior ha sido la no condena del PSOE (en un principio) a estos hechos, su calificación de todo como “campaña de cuatro pegatinas” y el “sí condeno, pero…” de un Compromís cuyo síndico, Baldoví, en Cortes se negó a condenar este ataque.

El Partido Popular se ha caracterizado siempre por la defensa de la persona y por situarla en el centro de la acción política. Ese es nuestro ideario y nuestra convicción más profunda. Por ello, nosotros defendemos radicalmente la libertad para nacer, para vivir, para amar, para construir la propia vida; estamos convencidos de que todas las personas son iguales ante la Ley y que a todas debe garantizársele una auténtica igualdad de oportunidades y que, con ello, puedan participar plenamente en la vida social. Por eso, combatimos cualquier forma de discriminación y de violencia.

Condenamos cualquier agresión o violencia contra la mujer, del mismo modo que condenamos cualquier forma de acoso o discriminación por razones de orientación o identidad sexual. No nos cuesta nada comprender todo lo que existe tras una bandera arcoíris porque, para muchos, es un símbolo de lucha y de reivindicación. Y cualquier lucha y reivindicación que pretenda procurar el bien común y la verdad contará, siempre, con nuestra enérgica defensa.

Pero, en cambio, hay una parte sustancial de la izquierda que quiere aprovechar el Día del Orgullo LGTBI, al igual que el Día Internacional contra la Violencia sobre la Mujer, únicamente como ocasiones para enfrentar y para sacar rédito político. Por ello, cuando es un político del PP -como me ha sucedido desgraciadamente en los últimos meses- el que sufre una campaña de tintes e intenciones homófobas, no se molestan ni siquiera en condenarla. Es más, nos acusan de ser contrarios a los derechos humanos sólo porque rechazamos que la bandera arcoíris cuelgue en el balcón central del Ayuntamiento, reservado únicamente a las banderas oficiales.

La mayor parte de los movimientos de izquierdas y extrema izquierda necesitan el enfrentamiento y la división para encontrar su razón de ser. No son pro nada, son anti todo porque la confrontación forma parte de la propia naturaleza de su origen doctrinal. Pero no vamos a caer en su trampa. Que no cuenten con nosotros. Y debemos darles la batalla porque callar es complicidad, y como afirma Burke “para que el mal triunfe basta con que el bien guarde silencio”.

No podemos aceptar la pretensión de un sector de la izquierda de imponer un pensamiento único. No existe una única manera de defender los derechos humanos. Y no toleramos el adoctrinamiento ideológico, ni la pretensión de tener el monopolio de la verdad. Y no podemos aceptar que se cuestione nuestro apoyo a la libertad, a la igualdad y a los derechos humanos de todas las personas.

Somos un gobierno cohesionado que defiende la libertad individual para amar y pensar, el valor de la familia como bien y la consecución de una sociedad mejor fundamentada en la justicia social y en la búsqueda del bien común. Frente a sus pegatinas, su intolerancia y su hipocresía seguiremos defendiendo todo lo bueno que ofrece nuestra cultura occidental y seguiremos gobernado, desde el respeto a todos, para hacer Elche más grande, justo y bello; para seguir haciendo un Elche y una sociedad mejores.