Catorce jóvenes antifascistas se declaran culpables de los disturbios en un partido de fútbol en Pego

La Fiscalía rebaja de ocho años hasta los nueve meses la pena de prisión que solicitaba para los procesados tras el cierre del acuerdo

Catorce jóvenes antifascistas se declaran culpables de los disturbios en un partido de fútbol de Pego

J. A. Martínez

J. A. Martínez

J. A. Martínez

El juicio a 14 jóvenes antifascistas de Pego se ha saldado con un acuerdo con el que no tendrán que entrar en prisión. Todos ellos se han declarado culpables esta mañana en la Audiencia Provincial de Alicante, mientras medio centenar de personas se concentraba frente a la sede judicial para apoyarles. El grupo, bautizado como "los catorce de Pego", ha sido recibido con aplausos tanto a la entrada como a la salida del edificio, sobre todo una vez que cerrado el acuerdo en la sala se confirmaba que no iban a entrar en prisión. Los jóvenes estaban acusados de desórdenes públicos, lesiones y atentado a agentes de la autoridad. Dentro de la Audiencia había un gran despliegue de las Fuerzas de Seguridad, tanto de la USESIC de la Guardia Civil como la UPR de la Policía Nacional, con limitaciones en el acceso al edificio para evitar incidentes. Aunque no hubo disturbio de ningún tipo.

María Josep Martínez, una de las defensas del proceso, ha destacado que de las penas que se reclamaban de hasta ocho años de cárcel con este acuerdo se ha bajado hasta los nueve meses de prisión. Una circunstancia que a su juicio evidencia que las penas que se pedían eran desproporcionadas, al tiempo que destacaba la ausencia del grupo de ultraderecha en el banquillo contra quienes no sé habían abierto diligencias penales. La letrada señaló que quedaba una sensación agridulce, ya que habían tenido que declararse culpables y "dar por bueno un relato que no se corresponde con lo que ocurrió". Sin embargo, entiende que la amenaza de entrar en prisión ha estado ahí durante estos últimos cuatro años, con una petición de penas muy elevada. "Con este acuerdo se ha zanjado la posibilidad que ingresen en prisión", recalcó, que añadió que sin la movilización social probablemente tampoco se habría producido esta rebaja por parte de las acusaciones.

Las penas pactadas han sido de seis meses de prisión por los desórdenes públicos, otros tres meses por atentado a la autoridad; así como tres meses de localización permanente por las lesiones a seis agentes en los disturbios, a los que deberán indemnizar con 6.000 euros. Con este acuerdo, la Fiscalía ha rebajado las penas al entender que concurren las atenuantes de dilaciones indebidas y de reparación del daño, al haberse pagado las indemnizaciones. La vista apenas ha durado diez minutos y en ella los acusados se han limitado a expresar su conformidad con el acuerdo. La sala ha dictado sentencia in voce y considera que la resolución ya es firme y contra ella no cabe recurso alguno. Uno de los acusados venía detenido por otros hechos ajenos a este caso y se encontraba esposado en la sala. A la hora de firmar el acuerdo ha preguntado: "¿Y ahora con qué firmo?, ¿con la boca?", ante lo que los agentes han accedido a retirarle las esposas.

El grupo ha salido del edificio hacia las once de la mañana y ha sido recibido por aplausos por los compañeros que les esperaban en el exterior. En la calle ha sido el momento de abrazos y felicitaciones, tras los que se ha desplegado una pancarta que decía "prou repressó als que lluiten" (basta de represión a los que luchan). El colectivo Alerta Solidaria recalcó que "los nazis que subieron a Pego, que ensuciaron, atemorizaron al pueblo y son quienes provocaron la respuesta antifascista, no se han visto molestados en ningún momento por la eficacia represiva que sí ha actuado contra la juventud comprometida de Pego".

Los hechos

Según la acusación del Ministerio Público, los 14 acusados estaban entre un centenar de personas de Antifeixistes de Pego que se congregaron junto al campo de fútbol por la presencia en el interior del estadio de 22 aficionados ultras del Gandia CF. Los jóvenes concentrados comenzaron a «proclamar gritos y amenazas» contra ellos, con frases como "aquí estamos los antifascistas, nazis de mierda, os vais a enterar".

Los directivos del Pego CF acordaron cerrar las puertas del estadio en el descanso para evitar altercados. Al finalizar el partido, los concentrados se colocaron en los dos accesos al campo y dificultaron «en actitud violenta» la salida de jugadores y resto de miembros de los dos equipos, así como de los hinchas.

Agentes de la Policía Local de Pego y del Puesto de la Guardia Civil acudieron al campo y escoltaron a los jugadores y cuerpo técnico del Gandia para que llegaran al autobús del equipo. Por contra, los 22 aficionados de ultraderecha se quedaron dentro del estadio para evitar el enfrentamiento con el grupo de antifascistas de Pego, «debido a la actitud y la situación violenta creada por estos en el exterior», señala la Fiscalía. Un guardia civil intentó mediar con el grupo concentrado en el exterior del campo y uno de los 14 acusados se dirigió al agente con expresiones como «los nazis esos han venido a provocarnos a Pego, somos un pueblo antifascistas, de aquí no se irán sin consecuencias». Este acusado añade el Ministerio Público, siguió agitando al resto de miembros de su grupo: «Los vamos a matar, de aquí no se van a ir, esos nazis nos han provocado». Ante este aumento de la inseguridad los agentes decidieron refugiarse dentro del campo y avisaron a la USECIC, la unidad antidisturbios, para que los auxiliara en el desalojo.

Una docena de antidisturbios llegaron a las 9 de la noche en varios vehículos. Los agentes se encontraron la vía de acceso al campo cortada por el grupo de antifascistas. Según el fiscal, comenzaron a lanzar piedras y objetos contundentes contra los vehículos y a proferir insultos como «antidisturbios hijos de puta, os vamos a reventar, fascistas de mierda, fuera de Pego».

Varios agentes se colocaron sus medios de protección y se bajaron para abrir un pasillo entre la multitud con el fin de llegar hasta el interior del campo. Les lanzaron piedras, adoquines, botellas de cristal y tapas de alcantarilla. Al final decidieron replegarse y refugiarse dentro del campo, aunque les colocaron contenedores a modo de barricada para intentar impedirlo y siguieron lanzándoles objetos. Una vez cerraron las puertas, esperaron hasta que se calmó la situación poco antes de las 23 horas y escoltaron a los aficionados ultras del Gandia hasta sus vehículos.

La Fiscalía sostiene que estos 14 acusados participaron activamente en los hechos. Asimismo, indica que dos procesados trataron de amedrentar al alcalde de Pego cuando salió a calmar la situación y le dijeron frases amenazantes como «vigila tu moto a ver si te hacemos un Carrero Blanco y sales por los aires».