La cara b de una planta solar

Una tierra sedienta para la que no hay agua. "Es un pedregal que tenemos muerto de risa". Así define José Antonio Álvarez Gil la finca que comparte con sus hermanos Juan Ramón y María Isabel, dos profesores de instituto.

José Antonio es un extrabajador de Canal 9 que después del cierre de la cadena se ha tenido que reinventar con mucho esfuerzo -ahora trabaja en el Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert-. Los tres han invertido sus ahorros para ser copromotores en la sociedad Los Montesinos Solar, al 50% con Sun Energy Renovables, de La Murada, que ha proyectado con un presupuesto de 1,6 millones de euros una nueva planta fotovoltaica, la cuarta en tramitación en el municipio, que, según los ecologistas y las administraciones local y autonómica, afectan a suelos de elevada capacidad agrológica situados en la cuenca hidrológica y paisajística de la Laguna de Torrevieja.

Proyectan una nueva planta solar en Los Montesinos

Hace más de dos años comunicaron al Ayuntamiento su intención de construir la instalación, por medio de una solicitud de informe de compatibilidad urbanística con la fotovoltaica , que fue emitida favorablemente a sus intereses, por lo que comenzaron a desarrollar la planta.

Sin embargo, el Consistorio aprobó a finales de 2023 una suspensión de licencias. Así que "me veo sin ahorros y pagando avales", explica José Antonio, que añade que "esa calificación del suelo es fruto de un estudio realizado en 1992 con grandes errores debido a su extensión y a los métodos y criterios seguidos".

La Generalitat, por su parte, se basa en otro estudio que "considera que es de alta capacidad agrológica solo por ser una llanura litoral, sin tener en cuenta si hay agua para poder desarrollarla", prosigue. El decreto que el Consell aprobó en 2020 para acelerar la implantación de instalaciones para el aprovechamiento de las energías renovables establece que los emplazamientos de las centrales fotovoltaicas deben utilizar el menor suelo posible de alto valor agrológico.

Los propietarios, en cambio, rebaten esta calificación en base a un estudio que analiza ortofotos y distintas fuentes cartográficas y documentales, como el documento "De La Marquesa a Los Montesinos. El fracaso de una colonización planificada frente al éxito de un asentamiento espontáneo que logra ser municipio (siglos XVIII al XX)", una publicación elaborada por Remedios Muñoz Hernández, historiadora y cronista oficial de Los Montesinos que da nombre a la biblioteca municipal, así como con aportaciones, entre otras, del propio Ayuntamiento, la Diputación y la Universidad de Alicante.

La conclusión es que la parte noroeste del término municipal, incluido el casco urbano, es un pedregal con grandes afloramientos rocosos que los geólogos llaman costras. Es también la cota más alta del terreno, lo que se traduce en que cuanto más al sur y al oeste el suelo desciende de cota y la escorrentía de las salinas acumula suelos aptos para la agricultura.

En cuanto a la finca de los Álvarez Gil, insiste José Antonio, era un pedregal hasta que en los años 60 la Comunidad de Regantes de Santo Domingo amplió regadíos. Su padre compró los terrenos y rompió la piedra del 60% de la propiedad, consiguiendo una capa de piedras sueltas de 40 centímetros sobre las costras. El resto permanece inalterado, con las costras originales.

Tras más de 40 años de cultivo, el terreno sigue presentando una elevada pedregosidad, con piedras de gran tamaño. Un tercio de la parcela nunca ha podido ser cultivado debido a los afloramientos rocosos que a día de hoy están presentes.

Sin agua

Después, el agua prometida se fue reduciendo, y se secaron primero las viñas y luego los cítricos. Más tarde "hemos tenido arrendadores que pronto lo han dejado por la falta de agua", continúa.

La dotación de agua de la comunidad para esta finca es de 800 metros cúbicos por hectárea y año, una cantidad con la que "no es posible el riego de ningún cultivo -para cultivar cítricos se necesitan como mínimo 4.000", según el estudio que han encargado a una agrónoma.

En concreto, la parcela, de 102.424 metros cuadrados, se localiza al oeste del municipio en la partida rural La Rafaela, al sur de la A-7 y al norte del núcleo urbano de Los Montesinos, muy próximo al municipio de Almoradí.

Al sur y pendiente abajo está la Comunidad de Regantes Riegos de Levante Margen derecha del Río Segura, que abastece de caudales más generosos a sus socios, gran parte de ellos en el sur y oeste del término municipal, donde los suelos son de mejor calidad. "Nosotros estamos más arriba y no podemos beneficiarnos", incide José Antonio.

Es en esta zona, además, donde se encuentra la planta solar Lo Vigo, la más grande que se ha proyectado en la zona -afecta a 19 hectáreas-, contra la que Amigos de los Humedales del Sur de Alicante presentaron alegaciones.

"En esta misma zona, cerca del parque natural, pretendía urbanizar este mismo Ayuntamiento en sus primeros años de mandato allá por los años 90, y los ecologistas lograron evitarlo", recuerda José Antonio, que al mismo tiempo subraya que en la primera década de este siglo el Consistorio presentó un PGOU que declaraba como suelo urbanizable el 60% del término municipal, incluyendo su finca. La Generalitat lo rechazó alegando el mismo motivo: alta capacidad agrológica. "Urbanizar, que no tiene vuelta atrás posible, le parece a este Ayuntamiento una opción aceptable para las tierras de Los Montesinos, sin embargo la fotovoltaica, que después de su vida útil las tierras pueden volver a ser lo que eran, le parece un riesgo", resalta.

"Aun siendo un mal suelo, con agua, se podría desarrollar la agricultura, pero sin ella es imposible. Incluso, hemos descartado la agrivoltaica por no disponer de agua". Entonces, ¿qué es lo que podemos hacer en estas tierras según el Ayuntamiento?", finaliza.

El proyecto Montesinos Solar, ha pasado recientemente a exposición pública. Amigos de los Humedales del Sur de Alicante también en este caso se han posicionado en contra alegando la elevada capacidad agrológica de este suelo.