La mitad del regadío desaparecerá en tres años si no se construyen más desaladoras en la provincia de Alicante

El Sindicato de Regantes exige al Gobierno que paralice la modificación de las reglas del trasvase que reducirá los envíos mientras la cabecera del Tajo acumula la mayor cantidad de agua en diez años

Tony Sevilla

Uno de los campos regados con agua del trasvase en la provincia de Alicante

J. Hernández

J. Hernández

La mitad del regadío del Levante habrá desaparecido en 2027 si para entonces no se han construido más desaladoras. Así lo destaca el Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura, que exige al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) que paralice la actualización de las reglas de explotación del trasvase que amenazan el agua para regar los campos en las provincias de Alicante y Murcia. Además, entienden que no se pueden modificar al estar judicializado el asunto.

La patronal de los regantes está preparando demandas y recursos frente a la planificación del Tajo que recorta los envíos de agua al Levante. La modificación de los planes hidrológicos que gestionan las cuencas de los ríos de toda España fue acordada por el Gobierno Central en 2023, entre ellas los del Tajo, que manda el agua al trasvase desde su cabecera en los embalses de Entrepeñas y Buendía, y que ahora están en periodo de exposición pública. Desde hace 45 años, el trasvase atiende una parte de la demanda de agua de riego y de consumo humano de la provincia de Alicante.

Los agricultores reclaman que no se recorte más la cantidad que se envía, que ha sufrido varias rebajas en los últimos años. Por su parte, Castilla-La Mancha quiere que solo se envíe agua para beber y que la de regadío se desale.

Reglas

Los regantes consideran que la actualización de las reglas de explotación del trasvase podrían suponer el "fin" del agua para el regadío del Levante en 2027. Este viernes se ha celebrado asamblea general ordinaria del Sindicato Central de Regantes (SCRATS).

Lucas Jiménez, presidente de esta patronal que aglutina a todos los usuarios del trasvase, ha denunciado la existencia de "una voluntad permanente" que "reitera esa especie de estupidez en la que algunos políticos se han visto inmersos a lo largo de los años", y que tiene por objetivo "que hay que cerrar, para regadío al menos, el Tajo-Segura, a toda costa".

"Detraer del trasvase 150 hectómetros cúbicos para regadío del Levante significa engrosar los ríos de agua que están yendo a la vecina Portugal, que no son aprovechados por desgracia y que no benefician ni va a beneficiar a nadie en Castilla-La Mancha", ha apostillado.

"Detraer del trasvase 150 hectómetros cúbicos para regadío del Levante significa engrosar los ríos de agua que están yendo a la vecina Portugal, que no son aprovechados por desgracia y que no benefician ni va a beneficiar a nadie en Castilla-La Mancha"

Lucas Jiménez

— Presidente del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura

Al hilo, ha lamentado que "en esto ha consistido la planificación hidrológica del Alto Tajo", en "intentar con distintas triquiñuelas acabar con el trasvase Tajo-Segura".

En la misma línea, los agricultores alicantinos denuncian que el presidente castellanomanchego, Emiliano García-Page, "centra su acción política en el tema del agua, en tratar de quitar 200 hm³ al Levante, dejando escapar 5.000 hm³ desde el Tajo a Portugal. Flaco favor hace a los agricultores manchegos que necesitan parte de esos 5.000 hm³ que tanto la ministra Teresa Ribera como Page dejan escapar de España para terminar en el Atlántico", ha apuntado José Vicente Andreu, presidente de la asociación Asaja.

Incertidumbre

Andreu considera "lamentable" que los regantes tengan que seguir "con la incertidumbre y el miedo en el cuerpo por las decisiones políticas. La madre naturaleza, el cielo, el clima, nos dan un respiro de vez en cuando como ahora en el trasvase Tajo-Segura. Los embalses tienen un nivel histórico por bueno, con más de 8.000 hm3 de reservas en la cuenca del Tajo, pero las decisiones de los políticos siguen poniendo en entredicho nuestro futuro. Otra espada de Damocles más cuando las perspectivas para los próximos meses son de estabilidad hídrica. La obcecación de Castilla-La Mancha por recortar el trasvase y hacer daño a la economía nacional pretende condenar a la ruina agrícola al Levante español".

"La madre naturaleza, el cielo, el clima, nos dan un respiro de vez en cuando como ahora que lo embalses de la cuenca del Tajo tiene más de 8.000 hm3 de reservas pero las decisiones de los políticos siguen poniendo en entredicho nuestro futuro"

José Vicente Andreu

— Presidente de la asociación Asaja

El colectivo no entiende la postura de García-Page "probablemente con la colaboración del Ministerio" pues abunda en que "el problema de Castilla-La Mancha está en los miles de hectómetros que se están dejando ir a Portugal desde el embalse de Valdecañas. Ahora quieren utilizar la artimaña de la regla de explotación para acabar con el uso agrícola del trasvase y hay una preocupación muy importante porque la amenazada sigue ahí. Pasan meses y años, y seguimos sin saber qué va a pasar con nuestro futuro".

Situación hidrológica actual en Entrepeñas y Buendía que manejan los agricultores

Situación hidrológica actual en Entrepeñas y Buendía que manejan los agricultores / INFORMACIÓN

Ángel Urbina, uno de los representantes de Riegos de Levante Margen Izquierda del Segura en el Sindicato de Regantes, corrobora los datos sobre la importante cantidad de agua que hay este año en la cabecera del Tajo. Así, señala que ahora mismo hay 1.157 hm3, un "récord" pues desde 2014 no había tanto, lo que "nos garantiza en los meses siguientes otros 27 hm3, con lo cual el día a día ahora está bien. En octubre se nos dieron solo 18 pero desde entonces se ha cumplido lo previsto en el reparto. La naturaleza ha ayudado". Sin embargo, están preocupados por lo que puede venir.

Sentencia

Sobre las reglas de explotación, los regantes consideran que no se deben modificar ya que "podemos subsistir con las actuales", apunta desde el Sindicato Central Lucas Jiménez. "En el Ministerio puedan estar satisfechos con una sentencia que ha salido a la luz que tira para atrás las pretensiones de la Generalitat Valenciana quien presentó, por motivos políticos, una demanda hace un año, cuando todavía el resto de organizaciones y de organismos no teníamos toda la documentación del Ministerio", ha señalado sobre la decisión del Tribunal Supremo de desestimar el recurso contra el recorte del trasvase que presentó el gobierno del Botànic con Ximo Puig de presidente.

"Un año después estamos terminando nuestras demandas. La Comunidad Valenciana se acercaba a las fechas electorales, había que presentar una demanda sin ningún informe técnico y han hecho posicionarse al Supremo", ha señalado. El alto tribunal consideró que la Generalitat no ha aportado "prueba técnica alguna" sobre la determinación del aumento de los caudales ecológicos del Tajo que "soporte" que deban anularse.

Sobre esta sentencia, Ángel Urbina apunta a la preocupación que genera esa decisión del Supremo. "La ley sobre planes hidrológicos se aprobó en enero de 2023, se publicó en febrero y se recurrió en marzo, porque había elecciones a pesar de que no existía argumento técnico. Esto nos ha llevado a que el recurso haya sido negativo. Estamos preocupados porque sirva de precedente y el Supremo no mire nada (con otros recursos pendientes) y haga lo mismo".

"Mi opinión particular es que las reglas de explotación, con lo que se sabe hoy en día, no habría que cambiarlas. Se ahorra más agua de la que se va a distribuir con lo cual el caudal ecológico que se ha puesto es una tomadura de pelo. En Aranjuez están saliendo 7 m3 por segundo del Tajo; pero el río Jarama le aporta 35, el Guadarrama 50 y el Alberche otros 50, con lo cual a 28 de junio el embalse de Valdecañas, en la frontera entre Castilla-La Mancha y Extremadura está soltando agua porque está lleno. Los aportes de otros afluentes del Tajo son mucho más mayores que incrementar ahora en uno o dos hm3 (el caudal ecológico), lo que supone la ruina para nosotros y ninguna solución al problema del caudal ecológico del Tajo, que no depende realmente de los embalses de cabecera. Queremos que se estudie técnicamente", señala Urbina.

"Mi opinión particular es que las reglas de explotación, con lo que se sabe hoy en día, no habría que cambiarlas. Se ahorra más agua de la que se va a distribuir con lo cual el caudal ecológico que se ha puesto es una tomadura de pelo"

Ángel Urbina

— Uno de los representantes de Riegos de Levante Margen Izquierda del Segura en el Sindicato de Regantes

Los regantes temen además que las nuevas reglas de explotación se publiquen antes del verano. "Podríamos estar hablando del fin, en el año 2027, mediante modificaciones legales, del agua para el regadío al Levante", ha indicado por su parte Lucas Jiménez, presidente del Sindicato de Regantes.

Desalación

Pues, afirman, si para esa fecha no han concluido las obras de la desalación, "algunas voces aquí, en la Administración periférica, hablan de la desaparición de la mitad del regadío del Levante. Si este país se puede permitir eso, bienvenido sea. Supongo que tendrán grandes cuentas preparadas del erario público para pagar el daño que van a causar a todos los afectados".

Por ello ha hecho un llamamiento a que se paralice "esa locura que no va a conducir a ningún sitio y que no va a beneficiar a absolutamente nadie en este país".

En este sentido, el representante del Sindicato Central de Regantes ha señalado que no descarta que el Gobierno de Castilla-La Mancha, que lidera el socialista Emiliano García Page, sepa "algo más de lo que sabemos en el Levante".

Castilla-La Mancha

"En Castilla-La Mancha se ha marcado un itinerario que lo ha pronunciado la consejera y también el propio García Page, que habla de modificación legislativa y del fin del agua para regadío al levante. ¿Eso es una invención de Castilla-La Mancha? Puede. ¿Es una pretensión de Castilla-La Mancha? Siempre lo ha sido. Ahora, que sea una invención, no lo tengo claro. Yo creo que ellos saben algo que nosotros no conocemos y que, por desgracia, vamos a saber pronto", ha enfatizado Lucas Jiménez.

Preguntado sobre el esfuerzo que habría que hacer para corregir la situación con agua procedente de la desalación, ha aseverado que "eso es imposible".

"El propio Plan de Cuenca de Segura dice que con toda el agua desalada puesta en funcionamiento, con el futuro que nos viene con el tema de los pozos, más el recorte del trasvase, vamos a pasar de 200 a 400 hectómetros cúbicos de déficit".

Año hidrológico

El próximo septiembre se cerrará un año hidrológico que, por lo que respecta al trasvase, ha sido "positivo", aunque hay comunidades de regantes que sufren restricciones.

Sin embargo, ha advertido de que una "cosa diferente" ocurre en la cuenca, que "arrancó mal, con unas existencias pequeñas", y que terminará "casi a la mitad de lo que teníamos el año pasado por estas mismas fechas. La situación en la cuenca del Segura es bastante preocupante, igual que lo que vivimos con el secano", ha sostenido.

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