Los pantanos del norte de Alicante viven uno de los peores momentos de su historia

La falta de agua lleva al Amadorio, en La Vila Joiosa, a solo un 14 % de su capacidad lo que deja a la vista antiguas construcciones mientras que el de Beniarrés está al 16 % y Guadalest se sitúa lleno al 30 % a las puertas del verano | Benidorm y la comarca quieren que la CHJ envíe agua del Júcar como alternativa a la desaladora de Mutxamel

Así está el pantano del Amadorio de La Vila Joiosa

Alex Domínguez

A veces una imagen vale más que cualquier palabra y la que ofrecen actualmente los pantanos del norte de la provincia de Alicante es histórica y podría describirse como uno de los peores momentos de su historia; y da buena cuenta de la situación de sequía que se vive en el inicio del verano. El embalse de Guadalest aún tiene algo más de agua y llega al 30 %, pero en el Amadorio, en La Vila Joiosa, la cifra no llega ni al 16 %, mientras que en el de Beniarrés está un poco por encima de ese porcentaje. El resultado: en el pantano vilero han aparecido antiguas construcciones y la tierra blanca y seca se impone al azul del agua.

La Marina Baixa vive una situación de sequía que no tiene visos de mejorar en los próximos meses cuando ya ha arrancado oficialmente el verano. La falta de lluvia hace mella en los recursos hídricos como los pantanos, donde siempre se puede comprobar de mejor forma la falta de agua con solo un vistazo. Pero aunque la situación sea complicada en estos embalses, Benidorm y los municipios que forman parte del Consorcio de Aguas comarcal tienen garantizada el agua para 2024, eso sí, con recursos externos llegados desde la desaladora de Mutxamel.

Pero, ¿en qué situación están los tres embalses? El del Amadorio es el que más "sufre" la sequía. Según las últimas cifras actualizadas del Consorcio de Aguas, se encuentra al 15,6% de su capacidad, es decir, tiene embalsados solo 2,2 hm³ de agua. El de Guadalest está al 30,3 % con 3,5 hm³ de agua. Y Beniarrés está al 16,77 %, con 4,53 hm³ embalsados, según los últimos datos de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ).

Parte del agua embalsada en el pantano de La Vila Joiosa.

Parte del agua embalsada en el pantano de La Vila Joiosa. / Alex Domínguez

Las cifras son las más bajas de los últimos meses o de los últimos años. Además, las últimas lluvias que se registraron hace días no han cambiado la situación y el volumen que tienen embalsado los pantanos prácticamente se mantiene. Las precipitaciones caídas solo han conseguido mojar un terreno seco que la ha absorbido rápidamente, pero sin más. Solo Beniarrés registra un ligero incremento en 0,27 hm³ del pasado 10 de junio al día 17, tras las lluvias.

La secuencia de datos dan una muestra de cómo ha transcurrido el otoño, el invierno y la primavera para los embalses. A principios de 2024, el Amadorio tenía 3,53 hm³ de agua con un 22,28 % de capacidad llena; el Guadalest tenía 5,91 hm³ y estaba al 45,49 %; y Beniarrés superaba el 25 % con 6,98 hm³. Desde ahí, solo ha ido para abajo. Hace un año, la situación era muy diferente: a mediados de junio el pantano de La Vila tenía el 42,14 % de capacidad llena, con 6,67 hm³; el de Guadalest superaba el 75 % (9,75 hm³); el situado en El Comtat, al 70,58 %, con 19 hm³. Solo un año antes, en junio de 2022, la situación era completamente diferente: el agua llenaba los embalses en un 86 % en Guadalest y Amadorio y en un 90,68 % en Guadalest.

Y todo ello se puede ver en una imagen. En el pantano del Amadorio hay zonas donde la arena blanca hace contraste con el tono azul de la poca agua embalsada. Tanto ha bajado el nivel que a la luz han vuelto a salir construcciones ya olvidadas. Es el caso de un antiguo puente casi derruido por completo que hace años, antes de que el pantano se construyera en los años 50, servía como carretera y por él transcurría una sequía. Ahora es símbolo de una situación extrema de falta de agua. En Beniarrés, la imagen es similar y la falta de agua ha sacado a la luz elementos "olvidados" en el fondo del pantano.

Además, el pantano de Beniarrés ha sido uno de los cuatro embalses españoles donde la CHJ ha intensificado la vigilancia sobre la calidad de las aguas para controlar las posibles afecciones que pudieran producirse sobre la fauna piscícola, como consecuencia de los bajos niveles de agua almacenados debido a la grave sequía que sufre gran parte de la Demarcación Hidrográfica del Júcar.

Pantano de Beniarrés

Juani Ruz

Los muestreos se realizan una vez por semana en los embalses de Bellús, Beniarrés, María Cristina y Ulldecona, los más sensibles en su estado actual, y sirven para realizar un exhaustivo seguimiento de los niveles de oxígeno en el agua. Al mismo tiempo, el Organismo ha solicitado a la Conselleria de Medio Ambiente, Agua, Infraestructuras y Territorio de la Generalitat Valenciana los permisos pertinentes para efectuar, en caso de que la situación lo hiciera necesario, un despesque selectivo en estos embalses, con el objetivo de evitar una mortandad de peces e impedir así una contaminación por putrefacción de la materia orgánica que pudiera comprometer la garantía de calidad del agua.

Restos que salen a la superficie en el pantano de Beniarrés.

Restos que salen a la superficie en el pantano de Beniarrés. / Juani Ruz

Falta de lluvias

Las últimas lluvias no han servido de mucho para paliar la falta de agua. El director técnico del Consorcio de Aguas de la Marina Baixa, Jaime Berenguer, explica a este diario que las precipitaciones "apenas han sido significativas" y, además, han sido "insuficientes". Porque el tipo de tormentas que se registraron "no llegan a infiltrar en el terreno porque es lluvia muy rápida". Y todo está muy seco tras mucho tiempo sin llover en la comarca.

El Algar es una de las estaciones de referencia del Consorcio sobre las precipitaciones. En todo 2023 y los seis primeros meses de 2024 se han recogido "460 litros/"; es decir, en un año y medio. Cuando algo normal serían 1.200 litros/en dos años. Así que "es un periodo seco muy significativo" y también "atípico". Además la situación se "arrastra" desde hace tiempo: el verano del pasado año apenas llovió; tampoco en otoño, siendo "de los más secos"; y en invierno la situación se mantuvo con temperaturas más altas. La primavera también ha sido seca y con falta de precipitaciones y el verano no va a ser diferente.

Entre junio de 2023 y junio de 2024 se han recogido 141,70 l/m² en la estación de referencia del Algar, lo que da como resultado "uno de los periodos anuales más secos de los últimos 50 años", indica Berenguer.

Recursos externos

Benidorm y la Marina Baixa tiene garantizada el agua para 2024 por los recursos externos, es decir, el agua que le llega de la desaladora de Mutxamel. Aunque inicialmente estos aportes estaban previstos para junio, el primero llegó a la comarca el 14 de mayo siendo de 1 hm³. Una cantidad que, "aunque ha conseguido estabilizar la situación de los embalses", solo representa "un 40% del volumen previsto", indica el técnico.

El pantano de Beniarrés en el estado actual.

El pantano de Beniarrés en el estado actual. / Juani Ruz

La previsión de que este hectómetro se complete con el trasvase de otros 5 hectómetros cúbicos adicionales que se aprobaron en la junta general del pasado mayo. El primer aporte de estos, según Berenguer, llegó el 5 de junio con "34.000 m³/día".

Petición de agua del Júcar además de la desaladora

Para garantizar aún más recursos externos para el futuro, el Consorcio de Aguas de la Marina Baixa ha pedido a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) para que dé cumplimiento al Real Decreto 35/2023, de 24 de enero, por el que se aprueba la revisión de los Planes Hidrológicos de varias demarcaciones, y en el que se establece que los aportes externos para la Marina Baixa llegarán desde la planta desaladora de Mutxamel o desde el sistema de Júcar, y no únicamente desde la primera, como ahora está previsto. "Hemos presentado una alegación al ministerio para que el agua no llegue solo de la desaladora como aportaciones externas", explica Berenguer.

Esta propuesta se ha acordado por unanimidad de la junta, presidida por el alcalde de Benidorm y presidente de la Diputación Provincial, Toni Pérez, y donde están representados los municipios de la comarca que forman el Consorcio: Benidorm, La Vila Joiosa, Finestrat, l’Alfàs del Pi, Altea, La Nucía y Polop.

Es decir, lo que quiere la entidad y las localidades que la forman es que además del agua desalada de Mutxamel se incluya también el agua del sistema del Júcar como alternativa, tal y como recoge el Real Decreto 35/2023. Por un lado, para garantizar el cumplimiento de todos los aportes previstos y aprobados para este 2024; por otro, para asegurar la llegada de estos caudales en el caso de que se produjese cualquier eventualidad en uno u otro que impidiese el trasvase

Con todo, el Consorcio también solicitará a la Conselleria de Medio Ambiente, Agua, Infraestructuras y Territorio que sustituya las actuales membranas de las Ósmosis Inversa de forma urgente, y que, a su vez, amplíe el Terciario al 100 % de las aguas producidas en la EDAR de Benidorm. Con esta ampliación se obtendrían más caudales para el aprovechamiento de las aguas regeneradas por parte de las comunidades de regantes del Canal Bajo del Algar, de Altea, La Vila Joiosa y La Nucía, además de complementar el caudal en los tramos finales de los ríos de Amadorio y Guadalest, evitando a su vez el vertido al mar de los sobrantes que no pueden ser reaprovechados. 

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