Opinión

Traumas sin resolver

Imagen de la película 'Vidas perfectas'.

Imagen de la película 'Vidas perfectas'. / INFORMACIÓN

Título de la película: VIDAS PERFECTAS

Valoración: XXXX

Para muchos aficionados al cine, y todavía quedan afortunadamente, lo relevante de una película, amén de que esté bien dirigía y producida (el valor se le supone, como contaban nuestros mayores acerca de sus batallas mientras cumplían el servicio militar; yo me declaré objetor), es que cuente historias; que a lo largo del metraje los personajes que las protagonizan nos transmitan emociones, nos pongan contra las cuerdas, transiten por lugares complicados, se vean obligados a tomar decisiones vitales; en definitiva, nos sintamos concernidos con lo que ocurre en la pantalla hasta tal punto que nos olvidemos del mundo exterior y, por supuesto, no tengamos la tentación de mirar la hora a cada rato.

‘Vidas perfectas’ es la película idónea para este tipo de público. Naturalmente tendrán que entrar a verla borrando su disco duro, puesto que se trata de una adaptación que bebe de otros títulos que nos han regalado perlas a lo largo de la historia del cine. Esta película estadounidense nos evoca a cineastas tan grandes como Chabrol o Douglas Sirk. Mas es un ejercicio vano establecer comparaciones. Mucho más estimulante resulta zambullirse en el universo perfecto que habitan estas dos actrices excelentes que son Jessica Chastain y Anne Hathaway, esa burbuja donde era posible 'vivir la felicidad', a la manera en que lo hacían los matrimonios de ‘Revolutionary Road’ (Sam Mendes, 2008), aquella película monumental que marcó un hito y que tan complicado se lo puso a todas las que intentarían después superarla.

Impecable en su puesta en escena, la música de Anne Nikitin nos acompaña hasta un final pesadillesco. La realidad, ya lo sabemos, supera la ficción. Aunque imaginemos qué va a pasar, dejémonos llevar por el misterio del cine. La experiencia merece la pena.