Opinión | Opinions des d'Elx

Una Ley del Palmeral que molesta por proteccionista

Si se quisiera defender, de verdad y no sólo de palabra al palmeral, ya es hora de que el Ayuntamiento apruebe el Plan Especial de Protección, así como el de Uso y Gestión, a los que obliga la Ley, lo que permitiría clarificar la aplicación de la misma. Con más de un año en la alcaldía, ya está bien. 

Huertos de palmeras en Elche

Huertos de palmeras en Elche / Áxel Álvarez

¡¡Con lo que costó tener una nueva Ley del Palmeral, y lo mal que lo está pasando desde que se aprobó!! Fue en 2021, hace menos de tres años, y gran parte de su articulado aún está sin desarrollar.

Es verdad que el anterior Ayuntamiento nunca pareció que tuviera mucho interés en ponerla en marcha. Parece que, con aprobarla, e incumplirla, era suficiente. Mucha gente se ha preguntado, en este tiempo, para qué se aprobó entonces. Es verdad que mantener en vigor la de 1986 era indefendible. Estaba desfasada y, lo más grave, desde entonces no sólo había cambiado la percepción de la sociedad hacia la protección de los huertos, sino que, algo muy importante: la UNESCO los había declarado Patrimonio de la Humanidad

A pesar de ello, los órganos de gestión para desarrollar la nueva ley tardaron en ponerse en marcha, por pura desidia. Se perdió un tiempo precioso, incomprensiblemente, para consolidar y avanzar en las nuevas propuestas que la Ley contemplaba. 

Es cierto que ha sido, con el nuevo Ayuntamiento, cuando la Ley ha empezado a desarrollarse. Pero también que, desde el primer momento y, especialmente por el alcalde, viene siendo criticada por una cuestión llamativa: Es demasiado proteccionista, especialmente en lo que hace referencia a su entorno de protección. Y, por ello, se ha dedicado a una cruzada para exigir que la Ley tiene que cambiarse, llegando a calificarla de absurda. Tal vez, lo absurdo sea oponerse un alcalde a uno de los criterios de protección más importantes para un bien como el del palmeral. 

Recordemos que el palmeral está declarado Patrimonio de la Humanidad. Una distinción que Elx buscó y que es voluntario tener. No es obligatorio serlo. Se puede renunciar a ella. Tenerla es un orgullo y una distinción singular, pero también establece unos compromisos de protección. Es un todo. No se puede coger sólo la parte que interese. Elx puede lucir ser Patrimonio mundial pero también aceptó no aplicar medidas que pudieran dañar o menoscabar ese bien. El Ayuntamiento tendrá que elegir y ya veremos UNESCO qué dice. Arriesgarse a perder la distinción por rebajar la protección, frente a intereses urbanísticos en las zonas de amortiguamiento, es fuerte. Y la ciudadanía tendrá que sopesar qué es lo mejor para Elx, no para un determinado equipo de gobierno o para algún pequeño grupo de empresarios.

Huertos de palmeras en el corazón de Elche

Huertos de palmeras en el corazón de Elche / Áxel Álvarez

Qué casualidad que sea la nueva Ley la que esté paralizando unas hipotéticas inversiones que, casualmente, parece que sólo pueden hacerse en su entorno de protección

Además, el palmeral no sólo tiene un entorno de protección por ser Patrimonio de la Humanidad. También es BIC, de acuerdo con la Ley de Patrimonio. Y también ahí se plantean los entornos de protección. No es, por tanto, un capricho de la Ley del Palmeral. Son espacios para preservar el bien declarado, no para edificarlos, como parece la intención del alcalde, y de algún sector empresarial minoritario. Un patrimonio mundial como el palmeral debe protegerse, y no ponerse en riesgo, por muy atractivos que sean sus entornos de protección para determinados intereses. Elx, por suerte, es muy grande y, en cambio, no lo es tanto su patrimonio histórico y cultural. 

Mucho discurso sobre lo bonito que es el palmeral, mientras se trabaja en rebajar su protección. Hay amores que matan. Qué casualidad que sea la nueva Ley la que esté paralizando unas hipotéticas inversiones que, casualmente, parece que sólo pueden hacerse en su entorno de protección, por no recordar el intento que hubo de ubicar el Palacio de Congresos en pleno corazón del Parque Municipal para facilitar, como dicen algunos, «el desarrollo de la ciudad». 

Y, si se quisiera defender, de verdad y no sólo de palabra al palmeral, ya es hora de que el Ayuntamiento apruebe el Plan Especial de Protección, así como el de Uso y Gestión, a los que obliga la Ley, lo que permitiría clarificar la aplicación de la misma. Con más de un año en la alcaldía, ya está bien. 

Lo que menos necesita el palmeral es debilitar sus medidas de protección, lo pida quién lo pida.